
José María del Nido Benavente tenía esta noche una cita, en sus canales de Twitch y YouTube, para dar respuesta a preguntas enviadas por sevillistas. Durante más de 45 minutos, el letrado fue cuestionado por la gestión del actual consejo de administración que preside Del Nido Carrasco, y también habló de varios nombres propios. «Mi hijo tiene razón en una cosa: el club funciona como un reloj, pero parado. O no tiene pilas, o no funcionan, o el reloj está obsoleto. Oxidado«, comentó. Un proyecto arruinado porque «han estado al frente gestores sin capacidad para manejar un proyecto de Champions» y una situación económica «deplorable».
«El gen ganador lo impregna el presidente de la entidad. Hemos tenido desde 1948 hasta el año 2002, magníficos presidentes del Sevilla, excepcionales, magníficos sevillistas, pero no tocábamos plata, ni jugábamos finales. Y eso cambió. Algo tendrá el agua cuando la bendicen», señaló Del Nido Carrasco. «Si yo cogiera el club en 48 horas, en otras 48 tendría firmado a un entrenador, joven, con ambición y que haya entrenado en Europa con un proyecto trazado a tres años vistas», aseguró. Destacó, además, la figura de Mendilibar y su destitución. «Un grandísimo entrenador. No siempre se miden por su costo económico y fue un error mayúsculo«.
A Víctor Orta le voy a hacer sólo una petición: que firme un futbolista que juegue, que el entrenador lo ponga
El ex presidente del Sevilla habló de Víctor Orta, actual director deportivo del club, y de Monchi. Con el primero ha sido crítico: «Le voy a hacer sólo una petición: que firme un futbolista que juegue, que el entrenador lo ponga, pero no ratitos. Titular. El año que viene, si hay seis, siete, ocho incorporaciones, a ver si acierta el 80 por ciento por lo menos».
En cuanto a Monchi y un posible regreso, recordó que el gaditano «tiene una cláusula de rescisión en el Aston Villa, hay que ser sincero. No es posible su vuelta ahora mismo, ojalá pudiera ser. Es un director deportivo top. Con un buen presidente sería el tándem perfecto para dirigir al Sevilla. Lo fue y se dieron beneficios». Además exculpa al ex director deportivo nervionense de la actual situación económica: «Si Monchi me trae para firmar a Messi por 150 millones y 20 netos, le digo que no. Si se permitió fichar a jugadores sin tener para pagarlos, la culpa es de los consejeros delegados en todo caso».
Del Nido Benavente se reiteró en su crítica al consejo actual. «A Del Nido Carrasco le ofrecí una salida digna y se la vuelvo a ofrecer, no sólo por él, por el Sevilla, para salvar a la entidad del atolladero en la que se encuentra», ha afirmado. ¿Cuándo cree que entrará en el órgano de gobierno del Sevilla? «Si se cumple la legalidad que ellos están pregonando… no la que dicen los jueces, en diciembre. Los jueces dicen que las acciones agrupadas pueden votar y pueden elegir un nuevo consejo. Si se cumple lo que ellos están pregonando, esa agrupación acaba en diciembre. Si no cometen otra ilegalidad, si no se inventan otro artilugio legal, en diciembre entramos o entramos«.
Protestas del domingo
«Yo no he visto nunca en el Sánchez-Pizjuán que el 90 por ciento del estadio se vuelva al palco para gritar directiva dimisión. Si hubiera habido un poquito de dignidad ya habrían dimitido y nos habrían ofrecido a la mayoría del capital entrar por cooptación. El consejo y el elenco de asesores, psicólogos, abogador, director deportivo… cuestan al club alrededor de 3 millones de euros larguitos. Como se van a ir si hay algunos que no tienen más ingresos…»
Sin publicidad en la camiseta
«Mire, ha salido hace unos días un anuncio de la agencia turca de aviación. Turkish Airlines. Lo hace Mourinho y si se fijan está viendo un partido del Sevilla con un Borussia. Y el Sevilla no tiene esponsor. Si soy del departamento de márketing me tiro por la ventana».
La presencia de 777 Partners
«Lo trajeron Pepe Castro, Guijarro, Cariolina Alés y la familia Carrión. Está escrito. Dicho esto, 777 ha sido un socio fiel. Si entran conmigo, mandarán las acciones de la mayoría. Mandarán los que tienen más de 5 veces su paquete».