Pepelu, ‘renacido’ para Primera

Pepelu ha sido uno de los nombres más destacados en el global de la temporada 2023-24. El centrocampista del Valencia firmaba su ingreso en Primera nuevamente después de haber vivido un año en el ‘infierno’ de Segunda con el Levante. Pero cambió de barrio hace justo un año y lo cierto es que ha dado un nivel alto hasta el punto de estar en los pensamientos del seleccionador Luis de la Fuente.

El caso es que el jugador de Denia fichaba por el Valencia teniendo un valor de mercado de tres millones de euros hace justo un año y su esfuerzo la ha permitido ser el jugador que de Segunda a Primera ha puesto el listón de su valor por delante de todos. Por poner un ejemplo, en la última actualización de datos de la página especializada Transfermarkt, el medio de 26 años cuenta con un valor de 22 millones de euros. La subida es evidente.

Pepelu es el jugador que, viniendo de Segunda a Primera, más valor marca en la categoría tras el cierre de ejercicio. Y supera a todos los casos. Por poner varios ejemplos… Chadi Riad ha pasado de 0,5 a 15 millones en su año en el Betis; Mika Mármol de Andorra a Las Palmas, de 1,2 a 15 kilos, Areso, de Burgos a Osasuna, de 1,2 a 7,5 millones de euros o Javier López, del Alavés que ha pasado en un año de 0,7 a 7,5 kilos. Son los ejemplos más significativos. Y por encima de ellos el que ha liderado ese incremento ha sido Pepelu que marca el registro tope.

Así ha sido el camino inverso de Pepelu

Y es sintomático lo de Pepelu porque hizo el camino inverso y ha sabido regenerarse. Ya había ‘tastado’ lo que era jugar en Primera división. Lo había hecho con el Levante, pero había bajado a la categoría de Plata del fútbol español. Estuvo un año jugando en Segunda hasta que le llamó el Valencia. Un reto exigente. Volver a Primera. Y ha dado la talla hasta el punto de haberse revalorizado como el que más.

Pepelu ha sido un jugador fundamental en el esquema de juego del Valencia. No en vano ha participado en 37 de los 38 encuentros de Liga. Y es uno de esos pilares del pasillo de seguridad que tiene Rubén Baraja en el equipo al que considera intocable.

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