Balaídos, noticia esta semana por la carrera para ser sede del Mundial del año 2030, no podrá ser utilizado por la plantilla céltica hasta el comienzo de la temporada liguera.
El estadio vive estos días el cuarto, en los últimos tiempos, cambio de césped, algo que ha sido una constante desde la celebración del concierto de Guns N’ Roses, el 12 de junio del año pasado.
El nuevo césped, que llega nuevamente desde Portugal, es híbrido, combinando la hierba natural con la artificial cosida. También se renovará el drenaje, que se encontraba en bastante mal estado. El presupuesto se eleva al millón de euros.
El césped, que se retira estos días, se trasladará a la Ciudad Deportiva de A Madroa. Las instalaciones de las categorías inferiores también se encuentran estos días en obras, motivada por la llegada a esos campos de As Celtas, los nuevos equipos de fútbol femenino del club.
De esta forma, Balaídos no estará operativo hasta el 12 de agosto, semana en la cual comienza la Liga, recibiendo los célticos la visita del Alavés, el viernes día 15 de ese mes.
Por este motivo, este verano el Celta no podrá jugar, en Balaídos, el tradicional Memorial Quinocho, no descartándose que mueva su fecha para un posterior parón de selecciones.