Javier Aguirre, nuevo seleccionador de México, afirmó este jueves que está dispuesto a emplear aspectos de la filosofía del Barcelona que aprendió en sus tiempos de jugador su asistente, el exdefensor Rafael Márquez.
“La escuela de Rafa es fantástica, he enfrentado montón de veces al Barcelona y es admirable cómo entienden el juego. No me cierro a aplicarla, pero todo dependerá de los jugadores con lo que contamos, a ellos hay que adaptarse”, explicó en su presentación como seleccionador.
Según un acuerdo previo, Aguirre dirigirá a México en el Mundial de 2026, y cederá el testigo a su ayudante, para que sea el seleccionador hacia el Mundial de 2030. “Las formaciones no son más que números, yo suelo jugar de una u otra forma según el rival. No estoy peleado con un sistema. Me gusta escuchar y aprender”, explicó Aguirre, quien asumió este jueves por tercera vez el puesto de seleccionador de México.
En sus dos experiencia anteriores, Aguirre llevó a México a la Copa mismo resultado en una Copa del Mundo al guiar al equipo a los octavos de finales en 2002 y en 2010, en ambas ocasiones entró como ahora, con un proceso mundialista ya iniciado y con el fin de sacar de la crisis al combinado.
Esta vez, relevó a Jaime Lozano, contratado en 2023 para dirigir a México en la Copa Oro de aquel año, que ganó en julio, tras lo cual sumó crédito entre los hinchas y jugadores, felices de ser entrenados otra vez por un mexicano, luego del fracaso en el Mundial 2022, en el que rompió una racha de siete mundiales en fila clasificándose a octavos.
Sin embargo, el proceso de Lozano solo duró un año, luego de no lograr que el Tri avanzara a la segunda ronda de la Copa América, a pesar de que los federativos aseguraron que sería el seleccionador en 2026 pasara lo que pasara en la justa continental.
“Me da mucho gusto que hay un proyecto hasta 2030, una base importante, ver que se están haciendo las cosas, profesionalizando, bien acompañado con Rafa al que agradezco que se sume”, añadió.