Como Gandalf, Conor Gallagher no llegó tarde ni pronto, sino en el momento justo para formar parte de la fiesta que el Atlético montó en el Cívitas Metropolitano para presentar a los fichajes de sus primeros equipos, tanto el masculino como el femenino. Si el inglés fue la gran novedad -su incorporación se oficializó por la mañana-, el gran reclamo fue Julián Álvarez. La Araña, fichaje estrella, fue el gran responsable de que en el estadio hubiera más de 30.000 espectadores.
La noche contó con espectáculo de luces y actuaciones musicales. Primero fueron presentadas las nuevas jugadoras del equipo femenino, por este orden: Luany, Gio, Rosa Otermín, Tatiana, Fiamma, Synne y Lauren. Esta última hizo un Gallagher, fichaje a primera hora de la tarde y al Metropolitano por la noche. Faltó Silvia Lloris, convocada con la selección española para disputar el Mundial sub 20, que dejó un mensaje que se emitió en los videomarcadores.
Después fue el turno de los fichajes del equipo entrenado por Simeone. Le Normand y Sorloth aparecieron cada uno desde un córner, Gallagher lo hizo precedido por unas motos, anticipando el estilo de juego del futbolista. El plato fuerte se dejó para el final, un Julián Álvarez que apareció entre el público antes de que unos hologramas que mostraban unas telarañas cubrieran el terreno de juego. Al fin salió el argentino, con una pequeña araña en el pecho de su camiseta.
Cuando todos, los fichajes del femenino y del masculino, estuvieron juntos en el centro del campo, la grada gritó «madridista el que no bote» una, dos y hasta tres veces. Seguramente habrían sido las veces que se hubiera necesitado para que los protagonistas botaran. Lo hicieron a la tercera.
Fue la primera fiesta de la temporada en el Metropolitano, cuatro días antes de albergar su primer partido oficial, frente al Girona. Con la afición saltando y animando como si de un partido se tratara, la música de Sidecars inició la Noche de Bienvenida, nombre oficial de la fiesta. La velada terminó con los once fichajes dando una vuelta de honor al estadio mientras una banda tocaba con diferentes instrumentos.