El Real Madrid lleva tiempo caminando sobre el alambre con el asunto de los centrales. El problema viene de lejos y el verano, lejos de solucionarlo con la posibilidad de acudir al mercado, lo ha complicado aún más: se marchó Nacho, la recuperación de Alaba va con retraso y sólo llegó Vallejo, un jugador que tiene difícil entrar en los planes de Ancelotti. El agujero en la defensa era evidente con sólo dos centrales disponibles para afrontar la temporada y la lesión de Militao no ha hecho más que agrandarlo a las primeras de cambio.
El Real Madrid sabía que tenía un problema serio y estaba decidido a corregirlo, pero todos los planes para arreglar el centro de la zaga le han salido mal. Para empezar, la marcha de Nacho les pilló con el paso cambiado porque el objetivo era contar con el capitán blanco una temporada más para ganar tiempo en el mercado.
El duro golpe de Yoro a la planificación
Pero el golpe más duro estaba por llegar.La operación fallida del fichaje de Yoro sí que era inesperado y sí que suponía un revés en la planificación a la hora de reforzar el centro de la defensa. El joven francés era el elegido para levantar el nuevo ‘muro’, una operación estratégica fundamental porque encajaba a la perfección en la política de nuevos fichajes del Real Madrid. Su marcha al Manchester United fue un palo en la planificación, hasta el punto de que era Yoro o nadie más. Y así quedó demostrado. No había ‘plan B’ y en los días restantes hasta el cierre de mercado el Madrid no hizo ningún movimiento para fichar otro central. «Plantilla cerrada», anunció Ancelotti.
La grave lesión de Joan Martínez y el retraso de Alaba
El Madrid sabía la dimensión del riesgo, era consciente que iba al límite en el centro de la defensa, pero decidió ir a la guerra con los soldados que tenía. Incluso, para aliviar la escasez de centrales en la plantilla, por primera vez en mucho tiempo el cuerpo técnico y la dirección deportiva estaba decididos a apostar con fuerza por un canterano: Joan Martínez. El joven central de 17 años impactó en la gira por Estados Unidos y Ancelotti estaba decidido a convertirlo en su nuevo Yoro. Pero hasta en eso el Madrid ha tenido mala suerte, porque Joan se lesionó de gravedad el pasado 9 de agosto. Ahora el testigo en esa apuesta por un canterano lo ha recogido Jacobo Ramón. Por si fuera poco, días antes MARCA desvelaba la preocupante situación con Alaba: una evolución buena… pero lenta y sin fecha de regreso. O lo que es lo mismo, el austriaco llegará al rescate de Ancelotti mucho más tarde de lo previsto.
Activado ya el ‘plan Tchouaméni’
La apuesta que hizo el Madrid tenía un riesgo y ahora la lesión de Militao enseña la dimensión del agujero en el centro de la defensa. Apenas llevamos un mes desde que arrancó la competición y Ancelotti ya tiene sólo un central disponible: Rüdiger. Sólo cinco partidos disputados y el técnico ya tiene que pensar en activar el ‘plan Tchouaméni’ para el próximo compromiso ante la Real, siempre y cuando el francés se recupere de las molestias que le obligaron a abandonar la concentración de la selección. Y de paso, ir activando sus otras opciones, como Carvajal y Mendy por si la cosa se complica todavía más. Militao no ha hecho más que agrandar el agujero.