Que el calendario que deben soportar los mejores jugadores del mundo es inhumano es cierto. Que hay partidos que sobran, también. ¿Que cada vez que hay más lesiones por la sobrecarga de encuentros? Verdad. Pero que la culpa sea exclusivamente de los que confeccionan el calendario y que la solución sea la huelga… Ahí discrepo.
Vaya por delante que el 70% del fútbol no lo forman los grandes
clubes como Real Madrid, City o Bayern, sino clubes como el Leganés, el Brentford o el Hoffenheim. Y ellos no tienen estos problemas de calendario, por lo que la saturación de encuentros no afecta a la mayoría de futbolistas. Y luego está la gestión de los clubes, los que pagan, que no es mucho mejor que la que hacen FIFA o UEFA. Los grandes equipos cuentan con plantillas de 25 futbolistas, pero partido tras partido vemos cómo
Guardiola, Ancelotti o Simeone
tiran siempre de los mismos once jugadores. Que jugar cada 72 horas es dañino es cierto, pero los primeros que obligan a hacerlo son sus entrenadores. ¿Quién es el culpable de que Rüdiger haya jugado los 90 minutos de todos los partidos y de que el contador de Vallejo siga a cero? Y así, innumerables ejemplos en todos los grandes.
El calendario es una locura y el Mundial de Clubes del próximo verano pinta poco y aporta nada, pero ahí andan los clubes intentando obtener el máximo rendimiento a los derechos de televisión. El calendario es una locura pero ni un grande renuncia a jugar tres amistosos en Estados Unidos, Singapur o Melbourne. El calendario es una locura pero los clubes aceptan jugar las Supercopas fuera de sus países. Y el calendario es una locura, pero nadie se pone de acuerdo para dar dos semanas de vacaciones a un chico como
Fermín
. Y así, infinidad de ejemplos que ponen de manifiesto que los primeros que no cuidan a sus jugadores son sus empresas, entre otras cosas porque cada vez tienen que pagar sueldos más altos. ¿Algún jugador en plenitud renueva a la baja? Todos quieren ganar más.
Los principales afectados del calendario son los aficionados,
obligados
a ir al estadio un lunes a horas intempestivas y a pagar un dineral por las entradas o por ver el fútbol por televisión. Antes que los futbolistas, son los aficionados los primeros que deberían hacer huelga por el maltrato que sufren desde todos los estamentos.
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