A falta de que el Real Madrid de Mbappé y ya sin Kroos se engrase y funcione como un reloj, no hay nada mejor que seguir ganando y además goleando. El Bernabéu volvió a vivir otra remontada tras el gol del Espanyol poco después de arrancar la segunda parte. Vinicius tuvo que salir para que despertara el equipo, que va cogiendo velocidad de crucero y de paso mete presión al Barcelona, que esta tarde tiene una salida más que comprometida en el estadio de La Cerámica frente al Villarreal.
Lejos quedan ya los dos tropiezos en el arranque, en la primera jornada ante el Mallorca (1-1) y en la siguiente salida en la tercera a Las Palmas, con idéntico resultado, y que han dejado a los blancos a cuatro puntos del actual líder, el Barça de Flick. En medio el Madrid sumó sus primeros tres puntos ante el Valladolid en casa (3-0). Los cuatro triunfos consecutivos son ante el Betis (2-0), Real Sociedad (0-2), Stuttgart (3-1) y Espanyol (4-1). Eso se traduce en once goles en cuatro partidos y solo dos en contra. Y lo cierto es que lo normal es que el Madrid no se deje sorprender este mismo martes con otro partido en casa, ante el Alavés.
La verdadera prueba es el domingo
Quien realmente va a poner a prueba la racha del Real Madrid será el Atlético el próximo domingo en El Metropolitano. En la plantilla saben que los resultados son muy buenos, pero que hay que mejorar el juego para lo que viene.
«Es cierto que nos cuesta meter goles en el primer tiempo, pero generamos mucho, por eso metimos el segundo, generamos mucho con balón y sin balón y este partido nos va a dar confianza porque tenemos mucho para mejorar. Hemos visto un muy buen partido, el equipo ha jugado muy bien, no sé si el mejor o no pero hemos hecho un partido redondo y podemos estar contentos, pero hay que seguir», comentó Modric, que volvió al once titular y no defraudó.