Uno de los nombres propios de Osasuna la temporada 2022-23 en la que logró una meritoria séptima plaza liguera que le llevó a la previa de la Conference League fue el del marroquí Abdessamad Ezzalzouli, conocido futbolísticamente como Ez Abde. Cedido por el Barcelona en el conjunto rojillo, firmó un espléndido curso con seis goles y dos asistencias entre Liga y Copa que permitieron al equipo que dirigía Jagoba Arrasate alcanzar un objetivo que ni siquiera se había planteado de inicio.
El técnico vizcaíno tuvo claro desde el primer momento que Abde era un futbolista diferencial. «Vamos a disfrutar del momento, ahora que lo tenemos aquí. El año que viene ya lo veremos por televisión», llegó a decir de él a pocas semanas de que terminara la temporada. Y así fue, porque los deseos de Osasuna de prolongar otro año el préstamo del marroquí se toparon con una oferta en firme del Betis para hacerse con el 50% de su pase mucho más beneficiosa económicamente para el Barcelona.
Y aunque el primer año de Abde en el Benito Villamarín no fue lo que se esperaba, con un protagonismo de más a menos y superado en la batalla por la titularidad por el tinerfeño Ayoze Pérez, a Jagoba no pareció importarle mucho porque lo primero que hizo nada más firmar por el Mallorca este verano fue pedir el fichaje del extremo. Pero el Betis no vio clara en ningún momento la operación, debido a que en su día pagó 7,5 millones y sólo contaba con la mitad del pase del jugador, y el interés se fue diluyendo.
Más tarde, los bermellones apuntaron a otro bético, Rodri Sánchez, con quien llegaron a tener cerrado un acuerdo de cesión con obligación de compra en función del número de partidos jugados, a falta únicamente de la firma del Betis. Pero dos salidas en Heliópolis cambiaron el panorama en el tramo final del mercado. En el caso del extremeño, la venta de Fekir a Abu Dhabi, y en el de Abde, el pago de su cláusula por parte de Ayoze para irse al Villarreal, que le dejaba vía libre en su posición preferida de extremo por la izquierda.
Charlas y trabajo con Pellegrini
Varias conversaciones con Pellegrini durante la pretemporada y un trabajo concienzudo para que evitara la precipitación de la temporada pasada y tratara de elegir mejores soluciones a la hora de definir las jugadas permitieron a Abde volver a ganarse la confianza del Ingeniero. Y en el arranque de curso está empezando a mostrar de nuevo el nivel que ofreció en su paso por Osasuna. Suma tres goles y una asistencia en siete partidos, cinco de Liga y dos de Conference, y es ya un fijo en las alineaciones.
Esta noche tendrá la oportunidad de seguir demostrando por qué se ha convertido en una de las mejores armas ofensivas del Betis para desatascar los partidos por su velocidad, verticalidad, regate y disparo. Enfrente no estará Osasuna, donde brilló, pero sí el Mallorca de Arrasate, el técnico que le dio toda la confianza para desplegar su fútbol cuando el Barcelona le dejó sin sitio en su plantilla. No será el reencuentro soñado por Jagoba y aunque su sueño de volver a dirigir a Abde persista, por ahora es imposible.