
La semana del Espanyol no ha dejado nada bueno. Tres derrotas en siete días y un par de lesiones de por medio. Ayer, a los problemas físicos que arrasaba el equipo en defensa con las lesiones de Cabrera y Calero, se sumó la lesión de, seguramente, el futbolista más importante del equipo. Javi Puado tuvo que ser sustituido en el segundo tiempo por un problema en la rodilla.
El atacante del Espanyol pedía el cambio nada más arrancar el segundo tiempo. En el 55′ de partido, Javi Puado abandonaba el terreno de juego entre signos de dolor y preocupación. Unas molestias en la rodilla obligaban al canterano perico a marcharse al banquillo y encendía todas las alarmas en el Espanyol. Puado, con tres goles esta temporada, es el máxima goleador del equipo, además capitán y uno de los referentes.
A la conclusión del partido, Manolo González explicaba en rueda de prensa lo ocurrido y trataba de quitarle algo de hierro al asunto a la espera de las pruebas médicas: «Hay que esperar. Al principio se ha asustado un poco, pero creo que no será tan grave como pinta. Me estoy tirando a la piscina porque no lo sé, habrá que esperar a las pruebas de mañana».
El jugador será sometido este lunes a las pertinentes pruebas médicas para determinar el alcance de la lesión y el posible tiempo de baja que pueda suponer. La suya sería una baja sensible para el conjunto de Manolo González, que no anda sobrado de talento y de futbolistas diferenciales.