El pasado 16 de mayo, hace cinco meses, Isco Alarcón cayó gravemente lesionado en la visita del Betis al Estadio de Gran Canaria, en Las Palmas. Una patada fortuita de Saúl Coco cuando el malagueño intentaba anticiparse para robar un balón le provocó al talentoso centrocampista de Benalmádena una fractura diafisaria en el peroné de su pierna izquierda que le obligó a pasar por el quirófano y le dejó fuera de lo que restaba de temporada y de la Eurocopa, donde parecía haberse ganado un sitio con De la Fuente.
Su recuperación en verano parecía marchar por buen camino. Sacrificó parte de sus vacaciones para intentar estar de regreso en el comienzo del nuevo curso. Pero después de participar en algún entrenamiento con el grupo durante el ‘stage’ de Marbella en agosto, desapareció por completo del equipo. Algo no marchaba bien y unas molestias en la zona intervenida le obligaron a parar. Después de distintas valoraciones con los médicos del club y con especialistas, se detectó una falta de consolidación en el callo de fractura y la formación de puentes óseos sólidos. Así que tuvo que pasar de nuevo por el quirófano el pasado 6 de septiembre, en Madrid.
Según indicaron los servicios médicos del club, Isco tendría que estar entre seis y ocho semanas sin impacto en la zona antes de comenzar con la readaptación. Este viernes se cumplen seis semanas desde la cirugía, pero por el momento, el de Arroyo de la Miel continúa caminando ayudado por muletas y con la ‘bota’ o férula de protección en su pierna izquierda. Así se ha dejado ver esta mañana en la Ciudad Deportiva Luis del Sol, asomándose desde el interior de las instalaciones durante poco más de un minuto al entrenamiento de sus compañeros.
Isco acude día tras día a tratarse con los fisioterapeutas y a ejercitarse en la medida de sus posibilidades en el gimnasio. Sabe que la parte más complicada de su grave lesión está a punto de terminar y que en breve podrá empezar a trabajar en su readaptación. Pero sin marcarse plazos y con el objetivo de regresar al 100% para ayudar a su equipo en la parte decisiva de la temporada. El Betis le está echando de menos, confiando en que su larga y paciente espera sirva para recuperar pronto al mejor Isco.
William Carvalho, también con protección
El otro lesionado de larga duración de la plantilla del Betis, William Carvalho, también está todavía en una fase en la que requiere protección en su pierna dañada. Pasó por el quirófano por una rotura total del tendón de Aquiles que le mantendrá la práctica totalidad de lo que resta de temporada alejado de los terrenos de juego. Esta semana se quiso pasar por la Ciudad Deportiva para saludar a sus compañeros, consciente de que tiene por delante varios meses de recuperación.