Pepelu vive un año de contrastes. No está siendo como el año pasado. Este ejercicio está costando todo más si cabe. En lo colectivo y en lo personal. En este segundo aspecto no hay más que ver que la campaña ha empezado con una pendiente compleja. El ejemplo es que el centrocampista ya está al borde de la suspensión por cartulinas amarillas. En ocho jornadas ha visto cuatro tarjetas y desde esta misma noche, ante Las Palmas, convive con el cartel de peligro ya que si ve una más deberá cumplir sanción disciplinaria. Todo lo contrario a lo que le sucedió el año pasado que le venía todo de cara.
Porque fue un futbolista que lo jugó prácticamente todo hasta el tramo final de la competición. De hecho, Pepelu no estuvo amenazado de sanción hasta que vio la cuarta en la jornada 32º del Campeonato. Y convivió con esa losa durante el tramo final sin verla. O sea que salvó ese momento.
En esta ocasión, la amenaza ya es real desde casi el principio. Porque le han mostrado amarilla ante el Barcelona (jornada 1), Villarreal (4), Girona (6) y Leganés (8). Y esta noche, en el partido ante Las Palmas correspondiente a la jornada 9ª, lo empieza a vivir bajo esa amenaza de la posible suspensión. Este dato resume el contraste de una temporada a la otra.
Contrastes en un año
Porque Pepelu ‘redebutaba’ la temporada pasada en Primera de la mano del Valencia tras su fichaje procedente del Levante. El anterior ejercicio lo había disputado en Segunda y el salto le sentó muy bien ya que cuajó una gran campaña como valencianista. Casi todo le vino de cara siendo uno de los puntales del Valencia de Baraja.
Lo que sucede es que este nuevo ejercicio nada -o poco- tiene que ver con el anterior. Está costando en lo grupal y en lo individual, ya que aún no han encontrado ese punto de regularidad en el juego. Pero las paradojas de la vida hacen que, por ejemplo, no siendo un buen ejercicio para el centrocampista de Denia haya ido convocado por la selección absoluta el pasado mes de septiembre.