Una de las grandes incógnitas que tiene ahora mismo el entrenador del Sevilla se centra en qué jugador será el ideal para cubrir el espacio que ha dejado Chidera Ejuke en el extremo izquierdo, después de confirmarse su grave lesión muscular contra el Barcelona. No tiene García Pimienta demasiadas opciones en su plantilla y menos sin tener que mover excesivamente el árbol de lo que verdaderamente funciona. En cualquier caso, necesitará reconvertir a algún jugador en una posición que no es la suya natural, a excepción del capitán, Jesús Navas, quien lleva toda la temporada como extremo, aunque llevase muchísimos años como lateral. El problema con el palaciego son sus problemas físicos, por lo que es un riesgo contar con él como primera opción. Por todo esto, además de mantener a Lukebakio (máximo artillero) en la posición donde más luce, la opción de colocar a Valentín Barco como extremo esta en la cabeza del entrenador, quien captó pronto las buenas aptitudes ofensivas del argentino, con otras deficiencias defensivas o de concentración que lo sacaron del once hace tres jornadas, cuando fue sustituido en el descanso en San Mamés.
El joven jugador, cedido por el Brighton, se estrenó con el Sevilla con sólo un puñado de entrenamientos. En su primer día, contra el Girona, mostró personalidad para pedir la pelota, sacar todo el balón parado y pegarle a portería desde cualquier posición. Sin embargo, el 0-1 fue responsabilidad suya, ya que aún está verde en ciertos conceptos defensivos de élite. Con la idea que tiene el técnico catalán, que el lateral zurdo se meta por dentro y ocupe espacios ofensivos para generar superioridades, el jugar con dos laterales izquierdos con vocación ofensiva le podría ayudar a que en ese intercambio no sufriese tanto la parcela defensiva, pudiendo alternarse Barco y Pedrosa en unas tareas y en otras. De todos modos, al no tratarse de un extremo al uso, el entrenador irá pulsando cuál es la mejor opción, con unas mirada puesta en el mercado de enero y en poder ver si llega alguien más al equipo en la zona ofensiva, la más dañada desde el inicio de temporada.
Lo que sí ha visto García Pimienta en los entrenamientos es la buena relación de Valentín Barco con la portería rival. Llega con decisión y goza de un buen disparo. Además, en sus años en Argentina, defendiendo los colores de Boca, jugó en distintas posiciones, además de lateral, siendo interior e incluso extremo, por lo que no es ajeno a ser parte del triángulo ofensivo de un equipo. Todo al final radica en la decisión del entrenador nervionense en cuanto a dónde debe jugar Dodi Lukebakio, quien se ha quedado como máximo exponente y referente del ataque por su desequilibrio y buena relación con el gol. Sacarlo de la derecha le privaría de su jugada preferida, aunque también abriría espacio para que Peque e Isaac tuviesen mayor protagonismo con sus centros, dejando el otro costado a Navas o Juanlu. Irá probando todas las opciones. Por gusto y necesidad. El Sevilla se ha quedado roto en ataque. La polivalencia de la plantilla le permite buscar soluciones, que no referentes, ya que ha perdido, por diferentes motivos, a sus dos extremos izquierdos (Ejuke y Ocampos) en un par de meses.