El Girona comunicó que la lesión que se produjo Danjuma en el minuto 6 del partido de Copa del Rey en el Francisco de la Hera contra el Extremadura obligará al extremo cedido por el Villarreal a estar cinco semanas de baja. La sorpresa fue que en el mismo parte médico ha aparecido Gabriel Misehouy, que sufre la misma lesión en el miotendinoso de los isquiotibiales de la pierna izquierda y que lo dejará seis semanas de baja. Todo un drama que hace demasiadas semanas que dura. Y es que, pese a recuperar para la causa a Stuani, Yangel Herrera y Oriol Romeu -sin ritmo y ya se verá si con presencia sobre el césped ante el Leganés en Montilivi-, la lista de bajas en el cuadro catalán afecta a Tsygankov, Solís, Pau López, Portu, Francés, Abel Ruiz, Asprilla, Iván Martín, Jastin y Artero, junto a las novedades de Danjuma y Misehouy.
Y eso compitiendo cada 3-4 días sin parar con la exigencia de la Champions League y la liga española, donde no hay rival asequible, y menos para un Girona que es un principiante en Europa y que en la liga suma justo cinco temporadas.
Míchel, en la rueda de prensa previa al duelo contra el Leganés analizó la situación y admitió autocrítica pese a poner encima de la mesa factores que pueden ser determinantes para defender el trabajo de los suyos como empezar la pretemporada con 10 jugadores del primer equipo, algunos que se añadieron sin tener muchas vacaciones, fichajes clave hechos en el tramo final del mercado, un cambio en las instalaciones habituales de entrenamiento o la salmonelosis que afectó a medio equipo a solo una semana de empezar el campeonato. Eso y un calendario inicial tremendo, sin descanso y exigente. Parece que son argumentos de peso, además de la mala suerte.