El último parón de selecciones dejó un sabor agridulce al Mallorca tras caer contra el Espanyol en Cornellà dando una mala imagen. Así, dos semanas después, Jagoba Arrasate optó por hacer tres cambios para enfrentarse al Rayo Vallecano. En el once entraron los recuperados Martin Valjent y Vedat Muriqi y, por decisión técnica, Manu Morlanes, que cumplió a las mil maravillas con su cometido y por eso fue recompensado con la titularidad ante Athletic y Alavés.
El centrocampista aragonés ha dado un paso hacia adelante. Su labor en las últimas jornadas ha dejado muy satisfecho al míster que lo alabó antes de enfrentarse al equipo vitoriano. “Está en un gran momento. Me gustó la pareja que formó con Omar ante el Athletic. Con el balón, siempre ha tenido criterio, pero ahora también ha estado muy bien sin el balón”, aseguró.
Precisión con la distribución
A pesar de la derrota ante los babazorros, completó un buen partido. Fue el futbolista que más pases precisos dio, cuarenta y cinco, y el que mayor porcentaje de éxito tuvo, ochenta y siete por ciento. En duelos, fue el tercer jugador bermellón que más protagonizó, doce, y fue el que más veces se llevó el balón, nueve. También desempeñó un gran partido en tareas más oscuras, participó en diez acciones defensivas, despejó dos balones y bloqueó otros tantos disparos; cifras solo superadas por Antonio Raíllo y Copete.
Con este rendimiento se antoja complicado que Arrasate lo siente en el banquillo y, salvo molestia física, todo hace indicar que se va a convertir en la pareja en el centro del campo de Samú Costa, una vez cumplida su sanción.