Perú amaneció este jueves en medio de uno de los mayores escándalos deportivos de su historia reciente.
El presidente de la Federación Peruana de Fútbol (FPF), Agustín Lozano, fue detenido en su residencia por miembros de la Fiscalía Anticorrupción, que investigan una presunta red dedicada al uso irregular de recursos de la institución.
Según medios locales, la orden judicial de detención durante 15 días incluyó además a los presidentes del Sporting Cristal, Joel Raffo, y de la Academia Cantolao, Karen Mandriotti, así como a otros dirigentes del fútbol local.
Los delitos irían desde el posible fraude en la administración, hasta corrupción y lavado de activos, todos relacionados con un presunto uso indebido de recursos de la FPF en beneficio de algunos clubes profesionales, además de una posible reventa de entradas en el Mundial de Catar 2022.
El dirigente se pronunció mientras era trasladado por miembros de la Policía Nacional y pidió tranquilidad para su familia, al tiempo que aseguró que espera que se conozca la verdad de los hechos, pues defiende su gestión al frente de la Federación. Estas fueron sus declaraciones:
Medios locales informaron que, además de Lozano, fueron detenidas otras siete personas, entre las que figuran directivos de equipos nacionales y trabajadores de la FPF, y que también se allanaron inmuebles en las ciudades de Lima, Tumbes, Piura, Chiclayo, Chachapoyas y Huánuco en busca de pruebas.
La detención de todos los involucrados se produjo, según los medios locales, ante la posibilidad de fuga y de obstrucción a la investigación.