Aunque se dan todas las condiciones para que viva una larga y exitosa carrera en el mundo del fútbol, será difícil que Pablo García olvide algún día la semana que acaba de vivir. Unos días que arrancaron con su renovación hasta 2029 como jugador del Betis y que le han llevado a disfrutar de momentos únicos, en los que ha demostrado que está llamado a ser una de las futuras estrellas del conjunto verdiblanco.
El joven canterano, de apenas 18 años de edad, dio el salto esta temporada al filial verdiblanco, en Primera RFEF, pese a estar aún en edad juvenil. Por su categoría, ha podido participar en la UEFA Youth League, en la que el Juvenil de División de Honor del club heliopolitano sigue vivo. Pero hace justo siete días, todo cambió para Pablo desde el momento en el que el club hizo oficial, después de una larga y compleja negociación, la ampliación de su contrato.
Con su futuro atado ya a largo plazo con el Betis, Manuel Pellegrini decidió incluir su nombre por primera vez en una convocatoria del primer equipo, el pasado viernes. Un día después, el sábado, debutaba en Primera división, en Son Moix, dejando detalles de su talento y su personalidad, y contribuyendo con su empuje a que los verdiblancos terminaran logrando una importantísima victoria. Y el domingo tenía tiempo para unirse al Betis Deportivo y participar en el 1-1 frente al Intercity a domicilio.
Su notable estreno en la élite le ha convertido ya en un habitual en los entrenamientos del primer plantel, a los que no falta desde entonces. Y su única ausencia, en la sesión de esta mañana, se debió a que por la tarde iba a participar en el cruce de octavos de final de la Copa del Rey Juvenil en el que el Betis recibía al Real Madrid en la Ciudad Deportiva Luis del Sol. Un partido en el que Pablo ha sido la gran estrella, llevando a su equipo a la siguiente ronda con una exhibición impresionante.
El joven canterano bético ha marcado cuatro de los seis goles que el Betis le ha endosado al Real Madrid en el duelo juvenil. Un 6-1 final que pudo haber sido aún más escandaloso si el colegiado no hubiera anulado un golazo de falta directa, también de Pablo García, que habría sido el quinto de su cuenta particular. Pero con la renovación, el debut en Primera y el póquer de esta tarde, el joven atacante sevillano cierra siete días para el recuerdo antes de volver mañana a las órdenes de Pellegrini pensando en el partido del Athletic del domingo.