
Los años dan licencia no solo para pensar y actuar como siempre quisiste sino para hacerlo de frente al mundo sin el menor temor a las consecuencias.
Si además fuiste campeón mundial, diez veces campeón de Serie A y seis de Copa Italia, siete de Supercopa y una de la Europa League, sencillamente no hay límites.
Por eso Gianluigi Buffon se ha dado el lujo de decir lo que piensan miles de italianos y de analistas internacionales, ante la crisis de una selección de Italia que se borró de los últimos Mundiales.
Dos décadas de imitar sin sentido
Para el veterano exarquero, hoy en un cargo directivo en la Federación Italiana de Fútbol, la causa de los problemas es clarísima.
«Llevamos veinte años avergonzados de lo que somos. Durante veinte años he sentido que tenemos que jugar como España, hemos renunciado a nuestra historia. Y el talento desaparece por eso. A gente como Ferrara o Cannavaro hoy nos daría vergüenza ponerlos en el campo. Chiellini no jugaría hoy porque no tiene un pase al hueco», dijo en Sky Sports.
Esa nueva ola, esa camisa de fuerza en la que se metió el mundo a partir del Barcelona de Guardiola y sus nuevos discípulos, ha obligado a que todos quieran jugar de un solo modo y terminen traicionando su esencia.
«Ves al Barcelona y pagas la entrada, pero pensar que podemos jugar con una defensa alta en el mediocampo durante noventa minutos… Los partidos históricos de Italia se basan en defender hasta la muerte, en la contención del equipo, en la cohesión del resultado», aseguró Buffon.
«Ahora parece que nos sentimos incómodos, si no, no nos aceptarían en la alta sociedad del fútbol. Quiero salir al campo a intentar ganar, y no hay vergüenza en hacerlo con tus propias habilidades», concluyó. Ganar con tus armas. Tan simple, tan escaso en estos tiempos.