
¿Cómo puede ser que despidan a un entrenador en medio de unas Eliminatorias al Mundial 2026? Así, sin dramas, sin rencores, sin dudar.
El ejemplo lo ha dado Italia, que ha decidido dar un timonazo después de una ruidosa derrota por 3-0 contra Noruega, que compromete seriamente la clasificación al Mundial 2026.
Lo confirmó el despedido
El propio Luciano Spalletti anunció en rueda de prensa que la Federación Italiana de Fútbol le comunicó que, después de dirigir el partido de este lunes, contra Moldavia, duelo que está obligado a ganar para mantener las opciones de clasificación a la Copa Mundo, será despedido. No importa si hizo el trabajo sucio para la clasificación.
«Hablé anoche con el presidente y me comunicó que me relevarán como entrenador de la selección nacional. Yo no tenía intención de renunciar. Hubiera preferido quedarme y hacer mi trabajo, sobre todo cuando no van bien las cosas», dijo en rueda de prensa.
«Es un despido. Siempre he interpretado este cargo como un servicio al país y quiero facilitar el futuro de la selección nacional. Creo que es correcto buscar lo mejor y por eso rescindiré mi contrato para no poner trabas», añadió.
¿Razón del despido? Malos resultados que tienen en grave riesgo el regreso a un Mundial, lo que no ocurre desde Brasil 2014.
Se irá entonces Spalletti con 11 victorias, 6 empates y 6 derrotas en 23 partidos y los octavos de final de la Eurocopa 2024. Quisiera quedarse, claro. Pero se irá sin dramas porque entiende la gravedad de su situación. La moraleja es que un cambio radical a un año de un Mundial es posible, basta que los directivos tomen la decisión. En otros países con similares circunstancias no se permiten ni preguntárselo…