El Santiago Bernabéu ha perdido la cuenta de las exhibiciones que ha protagonizado su nuevo lateral. Y eso que Álvaro Carreras solo ha jugado seis partidos, aunque da la sensación de que lleva corriendo toda la vida por la banda izquierda de Chamartín.
El ferrolano es indiscutible para Xabi Alonso. Ha disputado 540 minutos de 540 posibles, combinando Liga y Champions League. Su fichaje en verano por 50 millones de euros fue una apuesta que parecía arriesgada, pero ha pulverizado cualquier tipo de duda tras este arranque liguero.
Zonas de ataque del Madrid ante el Espanyol.
El Madrid ha recuperado con él la figura de un lateral con vuelo, capaz de traducir cada arranque por la izquierda en superioridad. Prueba de ello es que el conjunto blanco tiende a atacar más por su banda que por el resto de tercios. Carreras orquesta cada balón con una mezcla de energía y pausa que recuerda a los grandes de la posición, aunque su sello es distinto, cuenta con más precisión y lectura que virtuosismo. Desde que él está, la banda se ha convertido en un arma con el doble de impacto.
Ante el Espanyol volvió a coronarse. Tenía enfrente a Tyrhys Dolan, el cuarto mejor regateador en Liga hasta el momento, promediando casi tres (2,83) regates completados por partido. Sin embargo, Carreras no fue regateado en ninguna ocasión y demostró que, muchas veces, la mejor defensa es un buen ataque.
Estadísticas de Álvaro Carreras.
Las métricas le colocan ya entre los laterales izquierdos más influyentes del continente. Con 46,2 pases completados por partido, es el segundo con mejor registro en las cinco grandes ligas. También figura sexto en intercepciones (2,29 por encuentro) y tercero en ocasiones creadas en jugada (1,30), una combinación que refleja el equilibrio exacto entre agresividad defensiva y productividad ofensiva.
Con semejante impacto, la selección española aparece en su horizonte inmediato. Inevitablemente, el nombre de Carreras ya empieza a sonar en las quinielas para las próximas convocatorias. Su rendimiento en el Madrid ha roto plazos y expectativas, y una llamada de ‘La Roja’ sería la confirmación definitiva de que lo que parecía un fichaje arriesgado se ha convertido en un presente incontestable.
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