
El Valencia cuenta con dos semanas por delante -y ya está en el ecuador- para enmendar errores y buscar la tecla para poder recuperar fútbol. Uno de los jugadores sobre los que se centra el control del equipo es Javi Guerra y lo cierto es que en los dos últimos partidos sirve como ejemplo del momento que atraviesa este equipo.
Parece desnortado en el terreno de juego, falto de confianza y sobre todo de fe en el de al lado… El ejemplo es Javi Guerra. El centrocampista ha vivido en los dos últimos encuentros situaciones de lo más cambiantes. Porque ante el Real Oviedo partió como titular. Debía llevar la manija ofensiva del equipo y le pasó como al grupo, que acabó perdiéndose sobre el terreno de juego. Fue sustituido en el segundo tiempo porque el equipo no encontraba el camino de la estabilidad. Y eso es lo que le costó la suplencia para el siguiente choque.
Las pérdidas de balón que restan: 80 en 8 partidos
La posición de Javier Guerra es importante en el campo y cualquier situación contraria, o sea pérdidas de balón, se notan en exceso en ese carril central del campo. En el Valencia más si cabe, dada la debilidad defensiva que ha demostrado en este arranque. De momento suma 80 pérdidas (un media de 10 por partido) y eso está afectando. De ahí la intermitencia de juego que afecta en el juego de Corberán. Titular pero muy sustituido y en este último tramo más suplente.
Guerra empezó el duelo ante el Girona desde el banquillo. El equipo no encontró nuevamente el sentido del juego que pretendía con un primer tiempo en el que apenas aportó inputs positivos… Eso provocó que Corberán echara mano de nuevo de Guerra y lo sacara en la reanudación por Santamaría. Lo cierto es que dio otro aire al equipo. El que no tuvo en ese medio tiempo sin él… y el que no tuvo con él en el campo ante el Oviedo. Lo ue sucede es que ese efecto se diluyó cuando el Girona logró el 2-1 tras haber empatado el partido y haber asediado la meta de Gazzaniga que podrían haber cambiado el signo del duelo.
La intermitencia que (le) está afectando
La mejor versión de Javi Guerra aún está lejos. Es considerado el motor del equipo pero de momento no ha sido el de la temporada pasada especialmente el que brilló en el medio año de Corberán al frente del Valencia.
Ha estado en todos los partidos, pero su alternancia es como la de un semáforo que pasa del verde al rojo intermediando con el ámbar. Solamente ha jugado un partido completo en lo que va de ejercicio. Fue contra el Athletic de Bilbao. El resto de los choque ha sido titular y lo han sustituido o viceversa.
Partió como titular en los cinco primeros duelos ante la Real Sociedad, Osasuna, Getafe, Barcelona, Athletic. A partir de entonces es cuando empieza esa sube y baja… Suplente ante el Espanyol, titular ante el Oviedo y suplente ante el Girona. En los dos encuentros que ha sido suplente ha tenido que salir en el segundo acto porque el equipo no carburaba: ante el Espanyol y el Girona.
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