
A las órdenes de Matías Almeyda, el Sevilla ha recuperado una seña de identidad marcada por un fuerte carácter competitivo. En un contexto en el que su plantilla no sobresale precisamente por su calidad técnica individual, los blanquirrojo creen en una idea de fútbol basada especialmente en la presión alta, los duelos individuales, los ataques verticales y el trabajo colectivo, todo ello realizado con gran intensidad y solidaridad en los esfuerzos. Una filosofía que hasta ahora ha generado buenos resultados, aunque también se traduce en forma de sanciones.
En las primeras ocho jornadas de competición, el Sevilla es el equipo que ha visto más tarjetas amarillas (28), seguido del Rayo Vallecano (22 y una roja) y el Getafe (20). Es decir, acumula un promedio de 3,5 tarjetas por partido, por encima de los datos de la pasada campaña a estas alturas, cuando era cuarto en este ránking con 22 amarillas y tres rojas. Profundizando más allá de las amonestaciones, el cuadro hispalense es el segundo que más faltas comete (128), únicamente superado por el Alavés (134).
El Sevilla también se sitúa en el podio de varios apartados estadísticos relacionados con la defensa. Por ejemplo, es el segundo tanto en las entradas con éxito (100) como en las recuperaciones de balón (418), por detrás respectivamente de Getafe (106) y Rayo (426). A su vez, es el tercero con más duelos exitosos, una clasificación en la que tiene por delante al Alavés (473) y al Betis (430).
Agresividad colectiva
El estilo de Matías Almeyda, heredado del carácter que demostraba como futbolista, exige una intensidad y una agresividad competitiva que también se aprecia en los nombres propios. En total, hasta 17 sevillistas han recibido amonestación en lo que llevamos de campeonato, una cifra que deja a las claras la implicación de toda la plantilla.
Entre los jugadores con más tarjetas amarillas de LaLiga se encuentran, con cuatro, Lucien Agoumé y Peque, igualados solo por el levantinista Manu Sánchez. Cuanto menos es llamativo el caso del mediapunta catalán, que apenas ha disputado 72 minutos de juego, recibiendo así una tarjeta cada 18 minutos.
English
Français
Español 



