El Valencia ya ha anunciado oficialmente su nueva estructura deportiva… aquella en la que el CEO del club, Ron Gourlay, estaba tan ocupado y preocupado y a un mes vista de que se abra el mercado ha ejecutado su plan definitivo después de haber visitado Singapur la última semana. Se rodea de gente… de ‘su’ gente. Hans Gillhaus, Lisando Isei y tal vez del que sea el más desconocido, pero que va a ser la pieza fundamental para recuperar un mercado olvidado por el Valencia: Andrés Zamora. A los dos primeros los conoce de haber trabajado con ellos en otros proyectos. Con el primero en Inglaterra y con el segundo en Arabia. Pero el más desconocido es el encargado del área sudamericana. No hay vínculo reconocible con Gourlay de forma directa. Se sabe muy poco… pero tiene una base en el data que le hace controlar supuestamente a los talentos e identificarlos. Los contactos lo han acercado al Valencia y le han llevado a dejar el Olympique de Marsella a inicios de esta misma semana, ya que él mismo lo comunicó a su superior en el área deportiva del club galo porque se enrolaba en el Valencia.
Sudamérica es clave para poder avanzar en el fútbol y el Valencia no ha tenido a nadie especializado en esa materia. El Valencia ha ido perdiendo potencial en países como Argentina –la cuna extranjera del club que es de donde más jugadores han venido-, Brasil, Uruguay… No se ha trabajado ese mercado desde hace años. La política restrictiva del club en materia deportiva, con recortes en todos los departamentos, pero también en este, sólo permitía realizar un ‘scout’ de futbolistas desde la distancia. Algún viaje sí que hizo Corona a algún Mundial sub-20 o torneos de dicha categoría… en Marbella, pero poco más reseñable.
Y en ese mercado hay que estar. Es condición sine-qua-non. Para captar ese tipo de futbolista sub-23 que es uno de los lemas de este Valencia. Y, ¿por qué el mercado sudamericano? En tiempos de guerra financiera como son los que atraviesa la entidad es difícil poder competirle fichajes a Bayern, City, Chelsea o Juventus, por poner ejemplos. El Valencia no está a primera escala y por ello debe esmerarse en la búsqueda de jugadores jóvenes, que despunten, pero no hayan explotado para lograr meter la cabeza en ese nicho que los grandes pueden desestimar, ya que luego no les importa llegar con el talonario cuando son de tu propiedad.
Los precios del jugador sudamericano que no es tan conocido han subido de caché con respecto a hace 20 años. Pero sigue siendo factible hacer operaciones porque los costes de traspasos y de fichas no son las que hay en Europa. Ese uno de los grandes lemas con los que y trata de implementar Gourlay a la nueva dirección deportiva. Encontrar talento, trabajarlo para convencerlo… y saber dar el paso para hacerse con él porque le ven aptitudes para llegar al fútbol europeo.
Y Zamora Pattachiola es el encargado de ese reto con letras mayúsculas. Sale de su zona de confort -anterior puesto- para trabajar su ‘otra’ zona de confort -el mercado sudamericano-.
Y ya sabe la presión que supone el Valencia en dicha materia. De ser uno más en su anterior club, ya ha sentido lo que le viene encima desde el primer día en el Valencia porque va a estar mucho más fiscalizado.
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