
El último Sevilla-Betis disputado en el Ramón Sánchez-Pizjuán todavía da para muchas lecturas sobre lo ocurrido en el césped. Hay un dato cuanto menos curioso y es que, según las estadísticas, el primer duelo cainita de la temporada en la capital hispalense tuvo un total de 114 interrupciones y el tiempo máximo seguido que rodó el balón sin que se parara el juego fue de 2 minutos y 14 segundos. En total, de los 97:58 minutos que duró el derbi, se disputaron 43:40 minutos, es decir, un 44,6% de tiempo efectivo. De esas 114 interrupciones, solo atendieron a faltas 22 de ellas en el caso del Betis y 14 del Sevilla.
Un duelo tenso y trabado que convierte al Sevilla-Betis en el partido de la jornada 14 con menor tiempo de juego efectivo. Le sigue la victoria del Athletic (0-2) en su visita al Levante, con un tiempo total de partido de 97:52 minutos, de los cuales se disputaron 49:19 minutos, un 50,4%. El tercer encuentro con menos tiempo efectivo de juego fue el triunfo por la mínima del Getafe frente al Elche en el Coliseum; de 97:43 minutos de tiempo total, se disputaron 49:33, un 50,7%.
El dato va más allá y es que el Sevilla-Betis es el tercer encuentro con menos tiempo de juego efectivo de las 14 jornadas que se llevan disputadas hasta ahora (140 partidos). Solo tiene por delante el Getafe-Levante (1-1) de la jornada 7 en el que hubo 130 interrupciones y de los 100:05 minutos que duró el encuentro, se disputaron 42:44 minutos. Y de nuevo el cuadro de Bordalás como protagonista en el empate (1-1) con el Alavés de la sexta jornada donde, de los 96:06 minutos que duró el encuentro, se jugaron 43:38 minutos.
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