El madrileño llegó a Almería rodeado de críticas y valoraciones adversas por parte de su antigua afición, pero eso ya es historia. En el conjunto andaluz se ha adaptado a las mil maravillas y ha dejado grandes muestras ya de su gran valía. Ahora, en esta puesta a punto que ha permitido el parón mundialista, el extremo ha asegurado que todavía la afición no ha visto al mejor Embarba.
PREGUNTA. ¿Qué tal lleva esta pretemporada ?
RESPUESTA. Es un poco extraño el parón en mitad de temporada que nos ha tocado y las vacaciones sirvieron para recargar pilas. Veníamos de una buena dinámica y se ven las cosas de otra manera y ahora toca disfrutar entrenando, cargando las piernas. No estuve en verano y lo afronto de forma distinta a mis compañeros porque es la primera vez que nos juntamos así en un ‘stage’ como este en Marbella y hay que coger ritmo.
P. ¿Considera que viene el periodo más importante del curso en cuanto a clasificación?
R. Es clave para coger el ritmo que queremos, también los conceptos y trabajar más aún si puede lo que queremos trasladar al terreno de juego. El que se adapte más lo notará y queremos dar ese salto de calidad en cuanto a juego y puntos para que se vea en la clasificación.
P. ¿Se ha visto al mejor Embarba o está aún por llegar?
R. Estoy feliz, me siento importante y estoy a buen nivel, pero me queda mucho para que se vea el mejor Embarba. Entrenando me exijo, quiero ser importante, ayudar a mis compañeros y estoy en esa línea, pero creo que queda mucho todavía por ver de mí.
P. Pocos jugadores con su perfil atrevido
R. Alguien del cuerpo técnico me decía que soy ‘callejero’, que es lo que he hecho en mi vida y lo traslado al terreno de juego, me gusta encarar y ser descarado, también creo que tengo un buen disparo. Ese juego se está perdiendo por los sistemas o porque el fútbol de hoy en día no tenga jugadores de ese perfil, por eso me considero un poco distinto en ese sentido.
P. Su carácter se transforma en el campo
R. Parezco bueno, pero si le preguntas a los compañeros soy algo ‘tocapelotas’. En el campo me gusta divertirme, ser atrevido y pícaro, me defino así.
P. ¿Hay que librarse del miedo a perder?
R. Últimamente el fútbol moderno se está convirtiendo en una partida de ajedrez, en contrarrestar al rival más que centrarte en tu propio juego y yo me he criado en lo contrario, en divertirte para lograr los resultados. Me siento identificado con el míster y el cuerpo técnico porque es lo que buscamos.
P. ¿Cómo ve los amistosos ante Sturm Graz y Heart?
R. Queremos competir y ahora tocan amistosos ante rivales que juegan competición europea y nos pondrán a prueba. Si hacemos las cosas como entrenamos no tenemos límites. Somos conscientes de que son para coger carga y está más permitido fallar.
P. ¿Estáis ya pensando en la visita a Cádiz?
R. Queda un mes y está lejos, pero está en la mente. Todo el equipo tiene ese partido en la cabeza porque va a ser clave y lo cogeremos con muchas ganas por la importancia de ganar allí para dar un golpe encima de la mesa. Iremos a ganar.
P. ¿Las situaciones tensas les han servido para ser más fuertes?
R. Alguna vez ya había dicho que somos un equipo joven, pero en momentos clave o decisivos en los que te juegas los puntos para estar arriba o abajo el equipo los ha sacado. Tenemos también experiencia y un potencial grandísimo y ganar en Cádiz nos daría una bolsa de puntos para seguir igual en casa.
P. ¿Con quién tiene una mayor relación dentro del vestuario?
R. Me gusta mucho juntarme con todos, pero ya conocía de antes a Leo Baptistao o a Akieme, pero también con Melero, Pacheco, Arnau, Eguaras… Incluso comiendo nos vamos cambiando porque tenemos muy buen grupo y ese buen rollo se nota en el campo.