Nacho Fernández es un profesional de los pies a la cabeza. Lo lleva demostrando durante década y media. Hombre de club, deportista que ha sabido encajar decisiones complicadas de entender, pero que siempre está ahí cuando se le llama, tal y como demostró el sábado pasado con la selección española. En los últimos meses ha hecho un ejercicio de sinceridad a la hora de hablar de su futuro y de las sensaciones que tuvo en los primeros meses de la presente temporada. No se sintió bien y eso le hizo tener dudas respecto a su continuidad en busca de minutos e importancia.
La situación ha ido cambiando y la vuelta a defender los colores de España es el mejor ejemplo. Por delante, los dos meses decisivos de la competición y el momento de las decisiones. Desde Valdebebas primero le hicieron ver que por ellos contaban con Nacho cara a la próxima campaña. Hombre de la casa y muy respetado por directivos, técnicos y compañeros.
Ese uno más uno que Sergio Ramos tuvo en su mano y que no firmó en el momento que lo tuvo sobre la mesa, es la propuesta que han fabricado en Valdebebas. De manera paralela varios equipos llamaron a su puerta, especialmente el Inter, que lo hizo con tres años de contrato como oferta y con un proyecto importante. Nacho se mantenía firme en la idea de recuperar el sitio en lo deportivo, conocer su rol en el Real Madrid antes de decidir.
La evidencia de que su situación ha cambiado dentro de la plantilla que dirige Carlo Ancelotti nadie la puede negar. Ahí están los números: titular en nueve de los últimos diez partidos de Liga, en la vuelta de la Champions ante el Liverpool, en Copa ante el Barcelona… ahora llega otra tanda de partidos decisivos y Nacho debería estar entre los elegidos.
Lo cierto es que el defensa sabe y conoce lo que es el Real Madrid como pocos. Lo valoran desde el club, que esperan y desean seguir contando con él al menos una temporada más. Sus once temporadas completas en el primer equipo así lo demuestran.