El Mallorca más conservador se conforma con un punto ante el Athletic para irse al parón sin derrota, aunque con sensaciones no demasiado positivas después de un partido sin ocasiones y poco agradable para el espectador local. Hasta el 72′ de partido no llegó el primer tiro a puerta de parte de los bermellones, que apenas inquietaron a Unai Simón. Un disparo de Muriqi que salió desviado después de rebotar en un defensa fue lo máximo que ofreció el conjunto de Aguirre, que mostraron su faceta más conservadora y menos inquietante en ataque, quizás para curar las heridas de Granada…
Sin desborde, con pocas ideas y poco peligro en ataque. El Mallorca echa en falta desborde, alguien que cambie el rumbo del partido filtrando algún balón peligroso para la dupla que debería inquietar la portería contraria -Cyle Larin y Muriqi, perom no reciben balones. Ello, sumado a un Sergi Darder que tampoco acaba de estar fino en la sala de máquinas, deja claro que urge encontrar una figura que que conecte con la punta de ataque, aunque el único perfil que hay en la plantilla, después de no acudir al mercado para dicha demarcación, parece ser el joven Javi Llabrés.
Un parón necesario
Aguirre necesita este parón para encajar las piezas que se le han traído durante el mercado de verano. De momento, no encajan, pero deberían hacerlo, más después de las palabras del técnico mexicano en la rueda de prensa previa al encuentro ante el Athletic, en las que reconoció sentirse satisfecho con los fichajes afirmando que no le falta nada a su plantilla. Con dos puntos de doce, no es el mejor arranque. Y después de parón, dos partidos a domicilio…