El Granada no ha comenzado la competición de la mejor forma posible, pero Paco López no ha perdido ni un ápice de confianza en el grupo: «El equipo ha demostrado en estos cuatro partidos que puede competir contra cualquier rival de Primera, les veo esa ilusión y esas ganas. Algunos pueden pensar que el equipo se podría haber reforzado mejor, pero eso ya no toca, ahora toca ir a muerte con estos jugadores, que han demostrado que dando su máximo nivel podemos competir contra cualquier rival«.
Los rojiblancos tratarán de reencontrarse con la victoria ante el Girona, que llega con una dinámica positiva: «Es una gran equipo, que viene de hacer una temporada magnífica con el mismo entrenador, tiene el Grupo City detrás, es un equipo que ahora está con la flecha para arriba, con mucha confianza, se atreven a hacer muchas cosas y esos equipos son peligrosos, pero nos ilusiona mucho volver a jugar con nuestra gente y en nuestro campo, esto tiene que ser una olla a presión para los rivales, Los Cármenes tiene que ser incomodísimo para cualquier rival y estamos con la ilusión de hacer un buen partido y de tratar de ganarlo».
Para lograr los tres puntos, los andaluces tendrán que mejorar en su desempeño defensivo, algo indispensable para sobrevivir en Primera: «Está claro que uno de los aspectos de mejora en el que estamos incidiendo es en esa solidez defensiva, no hablo de una línea, hablo de todo el equipo. En Primera te perdonan menos que en Segunda y, por lo tanto, hay que seguir trabajando. Hemos tenido estas dos semanas para ello, la idea es la de ser un equipo equilibrado que haga goles y que nos hagan los menos posible, pero los rivales también juegan y todos los equipos tienen muchos argumentos ofensivos, ahí está la dificultad de dejar la portería a cero».
Aunque el cierre del mercado para el Granada no fue como se esperaba, Paco López no ha querido entrar a hacer una valoración: «Mi obligación como entrenador es entrenar y sacarle el máximo rendimiento a lo que tenemos. Vamos a muerte, voy a muerte con este equipo, voy a tope. No acostumbro a quejarme de algo que ya no puede ser y no lo voy a hacer, por lo tanto, lo que quiero transmitir es que hay que estar todos a muerte con estos jugadores y con este equipo. Están llenos de una ilusión tremenda por competir en Primera y por dar su máximo nivel, estoy con mucha confianza en nuestros jugadores«.
«Me tengo que centrar en lo que tengo, no me voy a parar en pensar si hay jugadores libres que nos puedan ayudar, eso se lo dejo a la dirección deportiva. En plena competición lo que debo hacer es centrarme en mis jugadores, es lo que tenemos y vamos a muerte con ellos, lo demás lo dejamos a quien corresponda», ha subrayado el entrenador valenciano.
Weissman finalmente y contra todo pronóstico se mantuvo en el equipo, lo que ahora cambia su papel, como ha reconocido Paco López: «Una vez cerrado todo, ahora mismo somos los que estamos y estamos los que somos, entonces todo jugador que esté en la plantilla del Granada hay que tratar de sacarle rendimiento para remar todos en la misma dirección y ya da igual sea quien sea. Ahora estamos todos y entre todos hay que sumar y Weissman está entre ellos».
Aunque el de Silla ha destacado la actitud del delantero israelí a pesar de su situación: «En ningún momento desde que empezó a entrenar con el grupo, pese a saber cuál era su situación no dejó de entrenar a tope y de estar motivado, eso hay que valorarlo y en ese sentido también hemos tenido una conversación con él, nos hemos dicho las cosas claras y sabe que ahora está en la plantilla y tiene que ayudar al equipo en el día a día y tratar de ganarse un sitio en el equipo, en eso estamos y ese compromiso lo tiene y lo sigue demostrando en el trabajo diario«.
En ese mercado, el último en llegar fue Álvaro Fernández, un lateral que puede comenzar a aportar desde esta misma jornada: «A diferencia de otros jugadores que se han ido incorporando, ha venido con un nivel físico y condicional muy bueno, por lo tanto, la adaptación es mínima«.
La incorporación estrella de este verano en el Granada ha sido Lucas Boyé, que en su primer encuentro como rojiblanco ya comenzó a justificar el precio de su fichaje: «La adaptación ha sido muy rápida, el otro día trabajó muy bien para el equipo, además hizo gol, eso es muy bueno para los delanteros. Tiene, como todos, que tratar de empujar y ayudar al equipo».
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