El Valencia observa con atención las reuniones que vienen manteniendo esta semana los diferentes grupos políticos con representación municipal en la capital del Turia para tratar desbloquear -una vez más- el nuevo estadio. Tras el encuentro que mantuvieron la semana pasada el concejal de Grandes Eventos, José Marí Olano, con Germán Cabrera, secretario del consejo, la alcaldesa María José Catalá dio instrucciones para tratar de llegar a un entendimiento con el resto de los partidos políticos: «Es más respetuoso hacer algo que no hicieron conmigo: que se enteren los grupos de la oposición antes que los medios de comunicación del contenido y del formato de las reuniones«, explicaba la primera edil.
Así que esta semana ya se han celebrado dos de las tres citas previstas entre Marí Olano y Joan Ribó -cabeza visible de Compromís– y Sandra Gómez -exvicealcaldesa y responsable de Urbanismo en la gestión anterior-. Gómez lideró las conversaciones con el Valencia -y con Meriton– hasta el pasado 27 de enero cuando consideró inaceptables las enmiendas que trataba de ponerle el club. Por eso tras el encuentro de este jueves, la concejal del PSOE ha resumido su postura en mantener «las condiciones que se firmaron en su día» como vienen haciendo «desde hace años».
Y después expuso las tres condiciones que ponen al PP para dar luz verde a un acuerdo con el club por el nuevo estadio. En primer lugar, el convenio que dejó redactado antes del cambio de gobierno municipal, pero «sin condiciones, como intentó Meriton para intentar flexibilizar«. Después, Sandra Gómez ha exigido que el Valencia incorpore un consejero independiente, como establece la Ley del Deporte, «como muestra de transparencia». Y, en tercer lugar, que el club «retire los recursos de la ATE [Actuación Territorial Estratégica] antes de suscribir un convenio«. Durante la atención a los periodistas, Sandra Gómez añadió una cuarta condición -que también formaba parte de las que expresó cuando era vicealcaldesa: Que el Valencia dé garantías suficientes económicas de que va a acabar el nuevo estadio».
La portavoz del partido socialista resumía sus exigencias en una sentencia: «No hay que darle una bolsa de oxígeno a Meriton sino todo lo contrario, es el momento de exigir con firmeza que cumpla con las condiciones de la ciudad».
El miércoles, el exalcalde Joan Ribó se mostró bastante conciliador tras la reunión con el concejal responsable de desatascar el asunto del nuevo estadio, Marí Olano: «Nos han confirmado que han tenido una conversación con gente del Valencia y que la intención es que no se eternice». Además, añadió que la clave es que «se respete el convenio» y que las pautas de ambas formaciones van «en la misma dirección».
Queda pendiente la reunión con Vox, que fue muy tajante de manera previa en una rueda de prensa de su portavoz Juanma Badenas: «No vamos a aprobar nada en este ayuntamiento que permita que Lim siga siendo el máximo accionista. El señor Lim es un enemigo de Vox«, recalcó.