Randy Gregory se ha ganado la fama de «jugador problemático» tras haber sido suspendido tres veces, todas por abuso de sustancias prohibidas. De nueva cuenta el defensive end ha hecho pasar un mal trago a los Cowboys, aunque en esta ocasión por temas contractuales.
En el segundo día de negociaciones previo al inicio de la agencia libre, los Cowboys informaron que tenían un acuerdo de cinco campañas y 70 millones de dólares con el producto de Nebraska.
No obstante, horas después de la contratación, Mike Garofolo, de NFL Network, reportó que Gregory también firmó un pacto con los Broncos ─un convenio de las mismas características que el acordado con Dallas.
Al respecto, Ian Rapoport, de NFL Network, indicó que Gregory se retractó de su contrato con los Cowboys debido a inconformidades con el lenguaje del pacto.
El rechazo de Gregory es un duro golpe para Dallas al considerar que la organización lo reclutó en 2015 y se mostró paciente a pesar de que el defensivo se ha perdido 46 de 113 encuentros posibles en siete campañas debido a sus múltiples problemas extradeportivos.
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A pesar de que es algo como usual en la liga, el caso de Gregory tiene antecedentes. Tan solo en 2019, Anthony Barr tenía un acuerdo de cinco años y 75 millones con los Jets, pero a un día de aceptar la oferta de New York, el linebacker se retractó y optó por regresar a los Vikings bajo en pacto de un lustro y 67.5 millones USD.
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