Paso atrás del Barcelona, que sumó contra el Girona la segunda derrota en LaLiga y que ve alejarse los primeros puestos de una clasificación que lidera, en solitario, el equipo de Míchel.
Xavi apostó por el once que ganó al Atlético y repitió alineación por primera vez este curso, Lewandowski volvió a marcar (un mes después), Iñaki Peña tuvo una participación destacada… pero el bloque gerundense estuvo más acertado y efectivo de cara a puerta y aguantó el ritmo, la intensidad y concentración hasta el final. Y, también y sobre todo, su defensa fue más eficiente. La del conjunto azulgrana naufragó. Temporadón de los de Montilivi.
El Girona, menudo equipazo
Olé, olé y olé para el Girona. Jugó sin complejos al Barcelona. Jugó con descaro, con intensidad, con agresividad, con la valentía que le está caracterizando toda la temporada y con el protagonismo que se ha ganado por derecho propio: asentarse entre los primeros de la tabla. Combinó, se estiró, rompió bien la presión del Barça, se repuso al gol de Lewandowski, supo sufrir en defensa, mantuvo sus líneas ordenadas… los de Míchel se divirtieron y se notó. Y eso que el Barça también estuvo inspirado, a excepción de su zaga, que estuvo renqueante. Fue un partidazo. Un buen espectáculo: hubo goles, ocasiones, pasión, toque, rápidas recuperaciones, veloces contralgopes…. Un gran final para una semana festiva. El Girona tuteó al Barça. Aunque por el juego, puntos y rendimiento de esta temporada sería más acertado decir que el bloque barcelonés no pudo tutear al gerundense.
La defensa culé no se entera
El Barça perdió contra el Girona en su casa, en Montjuïc, por 2-4 y eso que Iñaki Peña fue uno de los mejores jugadores azulgranas. Si no el mejor. Se lució y evitó el gol de Miguel en la primera mitad y de Savinho, en la segunda. Pero quienes no estuvieron a la altura fueron sus defensas. Cuando en un partido Araujo va perdido y descentrado es muy mala señal para el Barça. Tampoco acabaron nunca de estar cómodos Koundé, Cancelo… Los jugadores del Girona les superaron. En todo.
¡Lewandowski levita para acabar con la sequía!
Robert Lewandowski vuela. Confirmado. Mide 1,85 centímetros, pero, pese a su envergadura, el internacional polaco ya ha hecho gala en más de una ocasión de su agilidad, pero pocas veces se elevó como ayer. Directamente pareció levitar para rematar el centro, saque de córner, de Raphinha por la izquierda. El Barça iba perdiendo y su salto, flexibilidad y liviandad, permitieron a los culés ajustar el marcador en el minuto 19. El exdelantero del Bayern de Múnich llevaba un mes sin marcar en LaLiga: desde su doblete al Alavés. Acabó con su sequía con un salto magistral. Cinco de los 42 goles del atacante con el Barcelona han sido de cabeza.
El hombre de la máscara, sin máscara
37 minutos. Ese es el tiempo que le duró a Ronald Araujo la máscara puesta. El internacional uruguayo, que jugó de central ya que Koundé volvió a moverse de lateral derecho, no estaba cómodo con la protección y decidió quitársela y lanzarla al suelo. Prefirió jugar a cara descubierta, pese a la fractura en la mandíbula que se hizo en la primera parte del partido contra el Atlético de Madrid. La tensión del partido y del marcador no ayudaron a que el zaguero encontrara funcional la máscara. Tampoco la movilidad y velocidad de Dovbyk, que realmente le amargó la noche. En la segunda parte, ya ni intentó ponérsela. De perdidos, al río,… debió pensar el charrúa.
Xavi repite, al fin, once
Por primera vez esta temporada, el excentrocampista repitió alineación. El técnico de Terrassa se decantó contra el Girona por los mismos hombres que ganaron en la jornada anterior, la 15, al Atlético de Madrid. El preparador no ha confiado en la misma alineación hasta el partido número 21 del curso, entre LaLiga y la Champions League. Su apuesta implica confiar el lateral izquierdo a Cancelo, por lo que Balde está relegado al banquillo. ¡Quién lo hubiera dicho hace sólo unas semanas! El canterano encadena tres encuentros fuera del bloque inicial. Xavi le sacó en el minuto 20 de la segunda mitad, y jugó de central zurdo. El portugués, intocable en el lateral.