Rubén Baraja habla ya en clave de futuro sobre el Valencia. Asegura que el partido ante el Celta tuvo más intensidad de la que pudo parecer desde fuera. Pero sobre todo hace una buena valoración a su equipo -aunque dice que no es de poner notas- por las dificultades que ha tenido durante la temporada. El Pipo se refiere directamente a los problemas que hubo en el «mercado de verano» y espera que esta campaña sea «un punto y seguido para mejorar».
¿Pareció un partido de entrenamiento? «No he tenido esa sensación. Lógicamente el cansancio siempre influye, la tensión de la competición, pero ha sido un partido de idas y vueltas. Hemos llevado la iniciativa de las ocasiones y de buscar un resultado. El Celta cuando ha ido perdiendo ha tratado de buscar el empate. Creo que ha sido un partido de bastante intensidad, a pesar de que no había mucho en juego de objetivos. Era importante dar una buena imagen y hemos competido bien y nos ha faltado la victoria con las ocasiones que hemos tenido».
¿Nota final al Valencia con la novena plaza? «No soy muy de poner nota. Con las expectativas que teníamos a principio de temporada, con la dificultad que vivimos en el mercado de verano, con las circunstancias durante la temporada como hoy que teníamos fuera a nuestros dos laterales izquierdos, hemos tenido que ir sobre la marcha dar oportunidad a los jugadores muy jóvenes. No es para estar súper contentos, pero la sensación es que salvo en este tramo final de la temporada, por el cansancio, las cosas que habíamos hablado en el inicio de la temporada, en este tramo final con el cansancio, con una plantilla corta, en cuanto a que teníamos que estar todos metidos para sacar rendimiento al equipo croe que el balance es positivo. Y sobre todo pensar, como reflexión, que esto es un punto y seguido de lo que queremos, de lo que vamos a buscar que es mejorar».
¿Conversación con el colegiado al final? «Son cosas que quedan dentro. He hablado con el cuarto, había situaciones discutibles. Alguna acción en la que puedes reclamar tarjeta y el árbitro no te la da. A veces los entrenadores hablamos demasiado por la tensión del banquillo. Luego lo he hablado con él, lo ha entendido y sin más».
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