Martín Zubimendi jugó ayer con la Real Sociedad en el último amistoso de la pretemporada de los de Imanol Alguacil, con la idea de que el 4 no acepté la opción de fichar por el Liverpool y sí la mejora de contrato que le ha realizado Jokin Aperribay para continuar vistiendo de txuriurdin. El desenlace definitivo del futuro del donostiarra debería conocerse pronto, confiando en su continuidad en los despachos de Anoeta.
Zubimendi volvió a defender a la Real a partir del minuto 64 del amistoso en Berlín y su presencia en el terreno de juego enseguida se notó para bien, con toques de balón con criterio, gustándose incluso con un taconazo, y reaccionando como el sabe a un error metiendo la puntera con rapidez para evitar que su equipo lo pagase caro. ¡Es buenísimo!
Zubimendi ha dejado en segundo plano a Merino, con todos los respetos para un futbolista de la talla del navarro. Pero, con un año sólo más de contrato y no siendo canterano, su marcha, aunque dolorosa, no lo sería tanto como si la que se produjese fuese la de un donostiarra que se quiere sea ejemplo para los más jóvenes, estilo Mikel Oyarzabal.
Su traspaso al Liverpool depende de que el club inglés ponga los 60 millones de su cláusula, ya que la Real no está dispuesta a negociar una rebaja, como con Le Normand o Merino, y de que el propio Zubimendi le diga a Aperribay que quiere irse.
En Anoeta viven días de mucha tensión esperando que ninguna de esas dos premisas se den y el sustituto de Rodri en la selección absoluta siga vistiendo de txuriurdin, algo que confían en que se produzca, no sólo por esa mejora contractual, sino por todas las muestras de cariño que le están haciendo llegar en las últimas horas.
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