Si el Real Madrid no gana en El Sadar media hora antes, el Atlético se presentará ante su gente en disposición de recuperar el liderato perdido en Leganés justo después de proclamarse campeón de invierno. Es el envoltorio de la primera de las 15 etapas en las que se dilucidará la carrera por el título, en la que los de Simeone cuentan con un aliado clave para completar la mitad del camino: el Metropolitano, uno de los seis fortines que resisten aún inexpugnables en las cinco grandes Ligas de Europa.
Aunque no caben cuentas en un vestuario que se conduce con el partido a partido como modo de vida, lo cierto es que los rojiblancos afrontarán a los rivales más duros que le aparecen en el horizonte en su propia casa. Algo que no es poco teniendo en cuenta que el Atlético ha sumado siempre que ha jugado ante su afición (tras nueve victorias y tres empates es el único equipo de LaLiga que no ha perdido en casa), convirtiéndose en el mejor local del campeonato con 30 puntos.
Atlético – Celta
Una fortaleza sólo comparable a la del Bayern Munich en la Bundesliga, el Arsenal en la Premier, la Juventus en la Serie A o el PSG y Niza en la Ligue 1, pues son los otros cinco equipos de Europa que no han doblado la rodilla ante sus hinchadas. Con un punto más tras un partido menos los alemanes y los parisinos también con mejor promedio, pero en ningún caso con un muro como el que se levanta en las inmediaciones de un Oblak que apenas ha encajado siete tantos. La mayor evidencia de la dificultad para encontrar agujeros en el Metropolitano.
El mejor escenario, sin duda, para encarar a los cuatro mejores conjuntos, clasificatoriamente hablando, a los que aún deben enfrentarse los rojiblancos en su pelea por LaLiga, pues mientras los choques frente al Barcelona, Athletic, Real Sociedad y Rayo serán en el Metropolitano, seis de sus ocho desplazamientos serán a estadios de equipos situados de la mitad de tabla hacia abajo.
Una racha a cambiar
No parece, por tanto, el mejor lugar para la llegada de un Celta que pasa por ser el cuarto peor visitante del campeonato tras haber sumado apenas cinco puntos a domicilio. A partir de ahí, el pronóstico parece claro, pero las sensaciones en los enfrentamientos con el Atlético desde que Claudio Giráldez habita en el banquillo dejan la puerta abierta a la esperanza, por más que las 12 visitas ligueras en la era Simeone se hayan saldado con nueve triunfos rojiblancos y tres empates.
En este sentido, en el vestuario celeste se apoyan, esencialmente, en los dos partidos en los que el actual técnico se enfrentó al cuadro del Cholo, pues en ambas ocasiones los célticos perdieron por la mínima y en el caso del partido de la primera vuelta mereciendo muchísima mejor suerte.