En el Villarreal han optado por la prudencia y por evitar los habituales comunicados tan utilizados por los clubes cuando se sienten perjudicados. Incluso, más allá de unas manifestaciones bastante contenidas semanas atrás de su presidente, Fernando Roig, no ha habido declaraciones especialmente altisonantes desde el seno del vestuario amarillo. Pero la realidad es que existe un tremendo malestar, tanto en el club como en el plantel, por la larga lista de decisiones arbitrales que están perjudicando a los de la Plana de forma reiterada en las últimas jornadas. Justo cuando un objetivo tan importante como la Liga de Campeones está en juego con el Betis y el Athletic como rivales.
Cabe recordar que los azulejeros han visto durante esta temporada como se les han anulado un total de 22 goles, muchos de ellos después de la revisión del VAR tras ser concedidos en primera instancia . Si bien es cierto que en muchas ocasiones estas han sido decisiones acertadas mal que pese a los atacantes amarillos, no lo es menos que varias de ellas han estado cargadas de polémica, especialmente en los últimos tiempos donde no ha habido prácticamente jornada en el último mes en la que los castellonenses no se hayan visto seriamente perjudicados.
Si algo provoca mosqueo en el club de La Plana es el diferente criterio con el que se está utilizando el VAR en jugadas decisivas dependiendo de si beneficia o perjudica a sus intereses. De esta forma indigna sobremanera como los colegiados no han dudado en consultar la pantalla y tomarse su tiempo para anular goles de Barry en las últimas semanas por acciones milimétricas, pitar un penalti del propio delantero ante la Real Sociedad por una leve roce con la mano, o revisar un penalti ante Osasuna por un involuntario pisotón de Cardona en una jugada sin peligro. Pero sobre todo la diferencia de criterio para, con jugadas absolutamente claves en muchos de estos encuentros y favorables para los castellonenses, no utilizar dicha herramienta .
Los jugadores del Villarreal después del tercer gol que anulado ante la Real Sociedad.
Sin ir más lejos nadie en el Villarreal entiende porque el colegiado no revisó un más que posible penalti a Baena esta pasada jornada en Girona con 0-0 en el marcador. Como no se hizo tampoco ante el Espanyol con una jugada con Pépé como protagonista. Tampoco se entiende que no se tomara su tiempo y utilizara el video arbitraje antes de anular, de forma incomprensible, un tanto de Etta Eyong ante la Real Sociedad en el minuto 96 que hubiera dado una victoria decisiva en sus aspiraciones Champions. O, de la misma forma, porque se mostró sin dudar una roja a Eric Bailly en Vigo cuando las imágenes claramente mostraban que no era el último hombre y cuya expulsión fue decisiva para la suerte del encuentro.
La roja a Bailly.
Jugadas que han llegado de forma reiterada en las cinco últimas jornadas y en las que, en caso de ser revisadas por el árbitro de campo, el criterio podría haber cambiado. Y con ello, seguramente, la actual clasificación.
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