El Levante cuenta con un peculiar delantero en plantilla. Se trata de Goduine Koyalipou. Atacante de origen centroafricano que ha llegado del Lens francés en calidad de cedido y con la misión de ser una de las referencias del gol para los granotas en Primera división. Ha marcado un gol… pero no se ha asentado en el equipo (ha jugado cinco duelos saliendo del banquillo) dada la presencia fulgurante de Etta Eyong. Se trata de un futbolista que ya tiene escamas por haber recorrido varios países y ahora de repente se ve inmerso en una experiencia en la Liga española.
Pues ha llegado al Levante como referente para el gol. MARCA ha encontrado a uno de los entrenadores que mejor lo conoce (“Fui a buscarlo yo, para que jugara por vez primera para una selección”, explica). Se trata del que fue seleccionador de la República Centroafricana hasta el pasado mes de noviembre, Raoul Savoy, que ha sido quien ha tratado mucho con él durante tiempo con el fin de convencerlo para que jugara para esta selección. Y han pasado muchas horas hablando. Ese binomio fútbol-persona permite que el técnico esté más que autorizado a explicar quién es Koyalipou.
“Es un tipo sonriente, pero tiene un carácter importante. Todo va a depender de la forma que lo lleve su entrenador en el Levante… es un tipo simpático, pero un poco complicado
Y uno de los aspectos que más remarca es que se trata de un futbolista, no difícil, pero hay que saber llevarlo en el día a día. Es esencial que se sienta reconfortado y él mismo tiene un prueba de fuego en la exigente competición española así como su entrenador, Julián Calero.
Raoul Savoy desgrana quién es Koyalipou: “Se trata de un delantero potente, con mucha calidad, le gusta entrar desde lejos dada su potencia lo que provoca que defensas estáticas tengan problemas con su movilidad. Puede jugar incluso por las bandas dada esa potencia de la que hablamos porque tiene llegada. Se trata de un delantero moderno que le gusta llegar con muchos metros desde atrás porque tiene velocidad”.
Así es su trayectoria en el Levante
Pero avisa de esas circunstancias ajenas al balón puro y duro. O sea, al trato diario. Y aquí es donde enciende la luz ámbar… Deja un detalle que puede ser clave a lo largo de la temporada y del que Calero deberá tomar nota. “Es un tipo sonriente, pero tiene un carácter importante. Todo va a depender de la forma que lo lleve su entrenador en el Levante… es un tipo simpático, pero un poco complicado. Si se llevan bien el jugador podrá explotar mejor sus cualidades, pero si la relación es fría puede haber problemas”, avisa.
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