El Real Valladolid se entrenó este martes para dar continuidad al trabajo de preparación del estreno liguero ante el Villarreal. Lo hizo en una sesión muy intensa en la que hubo dos contratiempos. Uno, el de Escudero, que quedó en nada. El vallisoletano se llevó la peor parte en un choque con el portero del filial, Aceves, pero pudo continuar tras ser atendido.
El que dio el mayor susto fue el otro jugador que este verano ha regresado a la disciplina blanquivioleta, Sergio Asenjo. El palentino recibió una entrada fortuita del canterano Arroyo. El tobillo del cancerbero se llevó un fuerte golpe que no le dejó terminar la sesión con el resto de sus compañeros. De hecho, con ostensibles gestos de dolor, tuvo que ser ayudado por las asistencias para salir del campo y lo hizo con hielo en la zona.
Pese a que Asenjo tuvo que retirarse de los Anexos, el contratiempo parece que ha quedado en un gran susto. Aún restan cuatro entrenamientos más durante la semana para comprobar si el guardameta puede medirse o no a su exequipo en la primera jornada de la temporada.