Maxi Gómez lleva una pretemporada de lo más extraña con unas dolencias en el pie fruto de una lesión anterior y con mucha rumorología alrededor de su figura para abandonar la disciplina del Valencia. El caso es que el atacante charrúa apenas ha sumado minutos de entrenamiento en las últimas semanas pero de repente en el duelo inaugural de Liga en Mestalla ante el Girona. Genaro Gattuso decidió incorporar a Maxi al terreno de juego para jugar el tramo final del mismo.
Entonces, ¿por qué echó mano de un futbolista que tiene todos los visos de abandonar el club antes del 31 de agosto si tanto Valencia como Fenerbahçe están en plenas negociaciones?
Pues es más un asunto ‘comercial’ que deportivo. Estrategias… porque Marcos André, que también está en la rampa de salida, pese a sus dolencias también estuvo en el banquillo. Maxi lleva una pretemporada muy irregular en la que apenas ha podido jugar con el equipo y, de hecho, se han evidenciado ciertos problemas en el quinto metatarsiano del pie lo que podía llevar a generar dudas a sus pretendientes.
Por ello Gattuso decidió incorporarlo al terreno de juego para disfrutar los últimos minutos y ver que el futbolista está en condiciones de jugar. Pero resulta extraño que si es un futbolista con el que no vas a contar decidas introducir dentro de la ruta de cambios de un partido cuando apenas quedan 14 días para que se cierre el mercado y tanto el Valencia como el Fenerbahçe están en plenas negociaciones.
Una operación ‘ralentizada’ por el Fenerbahçe
De momento va para largo. Faltan perfilar detalles de una operación que si bien el Fenerbahçe trata de enfriar sí que la está trabajando por detrás tal y como ha podido saber MARCA. En la jornada de ayer el club turco volvía a ‘moverse’ en la operación pero aguardando a su momento. Guardando las distancias… Quedan 12 días para el cierre y todos buscan sus estrategias de mercado.