El gol de Balaídos no viene más que a confirmar una tendencia que empezó a mostrar en el final de la temporada pasada. La especial posición que ocupa Fede Valverde sobre el terreno de juego le obliga a ser más ofensivo, a mirar más la portería contraria. Su poderoso físico le permite llegar con ventaja, imponiendo esa potencia con la que puede arrancar en campo propio y aparecer por delante de los defensas.
El uruguayo buscaba el gol. Ancelotti le animaba y fue el primero en hacerle ver el potencial que tiene cuando se empieza a acercar a la zona de peligro. No debe ser su principal argumento, pero no puede dar la espalda a ello. El italiano lo tenía claro y se lo repetía una y otra vez en el tramo final de la campaña pasada. Si bien el tanto de Vinicius, el que dio la Champions al Real Madrid, nació de sus botas, el palo impidió que el ex de Peñarol pudiera celebrar algún gol, tal y como pudo hacer ante el Celta. Hasta cuatro ocasiones la mal llamada madera impidió que alguno de los latigazos del centrocampista rompiera la red rival.
Exuberancia física
Ancelotti buscó sitio a Valverde en el once en el tramo decisivo de la pasada temporada, decidió que el uruguayo abarcara toda la banda derecha, algo a la altura de jugadores de la exuberancia física del ex de Peñarol. Cumplió con creces, dando equilibrio al juego del equipo, principal argumento que buscaba el italiano con ese movimiento de piezas.
Ahora lo que pretende es que Valverde aporte más cuando se acerque o pise el área contraria y la reacción del uruguayo ha sido inmediata. Si ante el Almería fue el segundo jugador del Real Madrid que más veces disparó a puerta con cuatro disparos, tres menos que Benzema, contra el Celta ya vio puerta culminando un contragolpe tras asistencia de Vinicius.
Confianza, galones y calidad
Incluso en el estreno liguero, el centrocampista se atrevió con un disparo a puerta en un golpe franco. Cuestión de confianza, de galones y de calidad. En lo que va de campeonato de Liga ya suma seis disparos a puerta, cinco de ellos entre los tres palos. Benzema es el que lidera la clasificación con doce remates. Valverde comparte la segunda posición con seis disparos, pero con mayor acierto en eso de apuntar entre los tres palos.
Lo que es innegable es que el rol de Valverde dentro del equipo va subiendo como la espuma. El uruguayo goza de toda la confianza de jugadores y entrenador y eso se refleja en el terreno de juego. Su compromiso está fuera de toda duda, lo que supone la guinda en el desempeño diario del uruguayo cuando se pone la blanca camiseta del Real Madrid.
En los dos partidos disputados hasta el momento ha intentado 92 pases con tan solo seis con destino equivocado. Su porcentaje de éxito es del 95 por ciento, a lo que hay que añadir su habitual habilidad para recuperar y ahora la de mirar a la puerta contraria o la de asistir al compañero. El halcón vuela alto.