
¿Querían partidazos en Europa? Para eso está la Nation League y para eso dos potencias como Inglaterra y Alemania, que firmaron un 3-3 pleno de vértigo y emociones, a pesar de la realidad de ambos.
Decían los diarios ingleses que el duelo en Wembley era un cruce entre dos muertos. Y sí, considerando que Inglaterra jugará en la Liga B de la Nations League y que Alemania tampoco llegaba con necesidad. Pero se lo tomaron demasiado en serio pues se gastaron 20 minutos casi mirándose, sin llegar a atacarse.
Hasta que apareció en escena Sterling, que a lo 24 minutos le metió un riflazo a Ter Stegen que salvó de puro talentoso el alemán. Después, hasta el descanso, otra vez se planchó todo y salvo por el susto en la posible lesión de Kimmich, no se hicieron más daño.
Pero los ingleses, en honor a la verdad, tenían serios problemas en su débil zaga y especialmente en un Maguire inseguro, que coronó sus dudas con un patadón a Jamal Musiala que pilló el VAR y que Gundogan cambió por gol a los 52 minutos.
Y así, en la lona, volvieron los alemanes a castigar con un zurdazo violento de Havertz al que Ter Stegen no lgoraba ni hacerle sombra. Y dos goles así no más del que apenas si se había acercado a predios del rival.
Pero Inglaterra es orgullo puro y así se levantó y hasta remontó en solo 11 minutos: el descuento fue obra de Luke Shaw a los 71 en un centro que, increíblemente, no adivinaron los gigantes alemanes; a los 74 logró el empate parcial Mount con un bombazo y a los 82 fue el turno de Harry Kane, para marcar de penalti y gritar el 3-2 parcial.
El tema es que Alemania sigue siendo Alemania y el error es parte del juego: increíble rebote dejó el portero al intento de Sane y Havertz lo castigó a los 87 para el 3-3. Ya era un partidazo, aunque se haya jugado a ese altísimo nivel que se esperaba solo 45 minutos.
¿Asunto cerrado? Nada de eso, a pura velocidad los regaron a todos en el campo y Saka sacó un remate cruzado que arañó, literalmente, Ter Stegen para evitar el cuarto gol local. ¡Qué tal si se estuvieran jugando algo! Emoción y vértigo puros, copia fiel del estilo de ambos, fue este duelo, el de las palomitas en la jornada europea, aunque se jugara solo el honor.