La vuelta al trabajo de la plantilla del Villarreal esta semana ha tenido como protagonista a Alberto Moreno. El futbolista sevillano ya trabaja casi como uno más junto al resto de sus compañeros después de sufrir una gravísima lesión de rodilla hace más de medio año. Aunque no hay prisa y desde los servicios médicos del club se obra con la lógica cautela, lo cierto es que la evolución del futbolista está siendo buena y apunta a convertirse en una nueva alternativa para los amarillos en un espacio de tiempo no demasiado largo.
Cabe recordar que el pasado 7 de marzo, y durante el transcurso de un partido liguero en el Sadar ante Osasuna, el futbolista sufrió la rotura del ligamento cruzado anterior de su rodilla derecha. Una lesión que llegaba año y medio después (en septiembre del 2020) de sufrir la misma pero en la rodilla izquierda. El futbolista, como ya sucediese en la primera, evoluciona favorablemente y sin contratiempos que compliquen los plazos marcados. En aquella primera ocasión el sevillano regresó a la competición exactamente siete meses después de su lesión, y lo hizo en la jornada 29 de liga durante un Granada – Villarreal.
Como entonces las sensaciones invitan al optimismo. Desde que el lateral volviese a pisar el césped de la ciudad deportiva el pasado 5 de julio, precisamente el día de su 30 cumpleaños, la recuperación no ha experimentado ningún contratiempo significativo por lo que los plazos podrían ser similares. En ese sentido la próxima semana se cumplirán siete meses desde el fatídico partido en Pamplona , aunque está por ver cuando el futbolista recibe el alta para poder competir y si lo hace antes del parón liguero para la disputa del Mundial.