En el día de don Amancio Amaro Varela, el primer gol lo debía marcar un extremo. Y así fue. Lo consiguió Vinicius con un centro embrujado a modo de homenaje que no encontró a un compañero, pero sí la red. Aplaudió el nuevo presidente de honor desde su posición de privilegio en el palco, aún con la sonrisa tras el bonito acto que le dedicó el Madrid en los prolegómenos del partido. Así se cuida a una leyenda.
El homenaje fue lo mejor del partido para el Madrid, que se dejó la racha y el liderato en su partido más flojo de la temporada. No le salió nada bien. Ni siquiera acertó desde el punto de penalti, suerte que siempre domina Benzema salvo que tenga delante a Sergio Herrera. El francés mandó el balón al larguero, fallando su tercera pena máxima seguida ante el meta de Osasuna. No era el día de los franceses, porque el partido de Tchouaméni tampoco fue bueno.
En el uno a uno no todo fue demérito del Madrid. Osasuna es un señor equipo y se marcó un partidazo en el Bernabéu.
Jagoba Arrasate, ¡qué equipazo ha armado!
Es justo empezar hablando de Osasuna y su entrenador. Los rojillos se marcaron un partidazo en el Bernabéu, jugando bien al fútbol, atacando con intención y defendiendo en bloque durante los 90 minutos, con 11 y 10 jugadores. Osasuna es un equipo muy bien armado que no ocupa puestos europeos por casualidad. Va a ser muy difícil bajarle de ahí arriba.
Kike García silenció el Bernabéu
El delantero de Osasuna marcó en el Bernabéu uno de esos goles que no se olvidan. Un centro sin aparente peligro lo convirtió en un golazo con un remate a la escuadra de cabeza. No le importó ni estar de espaldas a la portería ni el marcaje de un gigante como Rüdiger. Con toda la intención puso el balón en la escuadra y silenció el Bernabéu.
El césped, otra vez impecable
Impresionante la reacción del Real Madrid a la crisis del césped. En una semana se ha cambiado el terreno de juego y el Bernabéu vuelve a tener una alfombra. Y todo, en un estadio lleno de andamios, grúas, cuevas… Simplemente espectacular.
Los Clásicos serán finales
Siete jornadas y Madrid y Barça están empatados a 19 puntos tras ganar seis partidos y empatar uno. Tiene pinta de que ambos equipos van a rozar los 100 puntos y que los Clásicos, esta vez sí, pueden decidir LaLiga. Siempre y cuando blancos y azulgranas no se despisten muchas veces como los blancos ante Osasuna.
Tchouaméni es humano
El francés no tuvo su día. Quizás estresado por los compromisos internacionales, la realidad es que se vio que no andaba fino desde el primer balón que tocó. Impreciso, fuera de sitio y errático tácticamente, Ancelotti se vio obligado a sustituirle nada más empezar la segunda parte.