Julen Lopetegui se sentará en el banquillo del Sevilla el próximo miércoles en el duelo de Champions frente al Borussia Dortmund. Esta es la conclusión a la que ha llegado el consejo ejecutivo del club de Nervión, después de la reunión mantenida en la tarde del lunes en el Sánchez-Pizjuán. Con la llegada de Jorge Sampaoli bien encarrilada, los mandatarios andaluces se ven en la obligación de alargar la estancia de un entrenador sentenciado por culpa del calendario, dado que el duelo se juega en menos de 48 horas y no hay tiempo material ni para que Sampaoli pudiese conocer a la plantilla. Una situación extraña y que se producirá porque el club no cuenta en su estructura con un posible técnico interino. Habrá que oír que opina Lopetegui de todo esto en la rueda de prensa oficial.
Porque la situación no deja de ser extraña a más no poder. Es evidente que a Lopetegui nadie le habla dentro del club de posibles sustitutos ni ultimátum. Está centrado en preparar el duelo ante el conjunto alemán y en sacar un resultado positivo que cambie un poco la percepción que existe sobre su figura y sobre el nivel ofrecido por el equipo. Sin embargo, los dirigentes del Sevilla tienen muy claro que el relevo debe darse lo antes posible y que la llegada del mismo no debe pasar de esta semana, por mucho que el calendario casi no deja hueco para entrenar o casi conocerse. Dos partidos seguidos en casa más y un relevo que se puede dar incluso con la victoria en el primero de ellos del Sevilla. Lopetegui, un entrenador que trabaja sabiendo que está sentenciado.
Y eso que el cambiante fútbol puede provocar nuevas dudas con todo en camino de cerrarse con Sampaoli, quien debe sentarse ya en el siguiente compromiso, frente al Athletic. La decisión del Sevilla provocará igualmente enfado e incomprensión por parte de una grada que necesita estímulos positivos dese ya, tras el enésimo cabreo del curso vivido ante el Atlético. Se esperaba un cambio en el banquillo desde el mismo domingo. Se lleva mucho tiempo trabajando en un recambio que no termina de llegar. Lopetegui buscará levantar a su todavía equipo en Champions, apelando a todo el ruido exterior sobre su figura. El Sevilla se juega mucho dinero en el envite. Lopetegui, el prestigio. Y el club su imagen. Una imagen cada vez menos entendida de puertas hacia fuera del Sánchez-Pizjuán.