Ya es entrenador del Aston Villa. Unai Emery viajará en breve a Inglaterra para ponerse al frente de los villanos. Pero antes de marcharse ha dejado una carta de despedida. En la misma, el de Ondarribia reconoce que en el club amarillo «todo ha sido perfecto».
«El Villarreal ha sido mi casa durante los últimos dos años y medio. Mi casa, no mi club», empieza diciendo Emery en la carta de despedida. «He vivido en primera persona la excelencia del proyecto impulsado por la familia Roig y nuestro añorado José Manuel Llaneza», añade. «No tengo ningún reproche. Sin la directiva nada hubiera sido posible. Gracias a los jugadores y a la afición que nos ha dado una lección de lealtad y fidelidad».
En la misiva de despedida el técnico recuerda los grandes momentos vividos en Villarreal. «He disfrutado al máximo de este camino. Sin embargo, parte de todo camino es su final. Mi etapa, con la exigencia y los éxitos cosechados, estaba cercana a su final en el próximo mes de junio. Durante los últimos días he estado pensando detenidamente y sintiendo cuál debería de ser mi decisión. La despedida es dura y difícil, pero mi sentimiento y mi reflexión es que debo empezar un nuevo proyecto. Nunca olvidaré aquella noche en GDANSK, donde tocamos el cielo. Tampoco las de Turín, Munich o Bérgamo. O la del pasado domingo que fue el mejor homenaje a José Manuel».
En la despedida, Emery no olvidó su día a día en la ciudad de La Cerámica. «Creedme, lo mejor ha sido venir cada mañana a trabajar feliz, sabiendo que estabas en el lugar donde encajabas plenamente y te sentías respetado. Aquel 27 de julio de 2020, en mi presentación, dije que mi sueño era ganar un título con el Villarreal. Hoy, después de haberlo cumplido, puedo deciros a los aficionados, al club y a mis jugadores que lo que no hubiera soñado es que iba a ser tan feliz como lo he sido con vosotros».