Imposible no emocionarse viendo las imágenes de las familias escuchando la convocatoria de Brasil para el Mundial de Catar: pasaron los 26 elegidos de Tite para ir a la Copa Mundo, todos entre abrazos y sonrisas, la satisfacción de entrar en una de las listas más selectas del planeta, por la enorme cantidad de candidatos que soñaban con estar.
Y esa fue la pregunta de muchos: ¿la Confederación Brasileña mandó cámaras a las casas de los que iban a ser convocados y así mataron la sorpresa? Pues no. La realidad es que también hubo cámaras en las casas de otros que no lograron un cupo entre los 26.
Aquí no hay más que lágrimas, nada de multitudes, la tristeza de tener que ver el Mundial por TV y el afectado. La expresión misma de la soledad.
Le pasó a Matheus Cunha, en el hoy irregular Atlético de Madrid. Lo vio a Tite desde el jardín, afuera miraba el reflejo de la TV, como presintiendo el veredicto. Tampoco es fácil dejar de conmoverse:
Tuvo valor para agradecer mensajes de distintos lados del mundo y para desearle a Brasil el sexto título mundial, por el que alentará como un hincha más. El fútbol… que te da y te quita.