El mismo Sevilla que vive en descenso

A este Sevilla hay que darle la vuelta como un calcetín, ahora que llega la Navidad, donde los más americanizados lo colgarán junto a la chimenea (el que la tenga), o en el lugar que buenamente se pueda. Jorge Sampaoli pedía a gritos que la competición se detuviese para que su idea pudiese ir calando entre los suyos. Que el tiempo diese sus frutos gracias al trabajo. Lo cierto es que el Sevilla no jugaba desde hacía un mes delante de su gente. Y esa tranquilidad que había llegado al seno del sevillista con el parón mundialista se ha vuelto a emborronar por culpa de la imagen de su equipo. No da el entrenador con la forma de jugar ni de competir. Se sigue centrando en potenciar a sus jugadores con buen pie cuando son estos mismos los que lastran el juego y el ritmo de un equipo que está para salvar la categoría…y si le da para ello. Encima, los jóvenes que entraron en tropel en el segundo periodo desenmascararon la inercia pasiva de sus mayores. Sin ritmo no hay nada que hacer. Y sin ímpetu. El golazo de Pedro Ortiz no se olvidará fácilmente. Y Menos e él.

El primer tiempo fue para marcharse por detrás en el marcador, como no ha dejado de ocurrir en Liga en Nervión, donde el Sevilla no ha sido capaz de sumar una sola victoria en siete jornadas como local. Sampaoli insiste en ese 4-1-4-1, con Suso esta vez de falso ‘9’ y Rafa Mir en un costado. Un sistema permeable, pero frágil. Cada vez que el Mónaco, a un ritmo muy bajo de juego, cambiaba el sentido de la jugada de un costado al otro, las ocasiones no se hacían esperar. Aguilar pudo anotar el primero tras pase de Ben Yedder, que regresaba a su casa. Balón a las nubes desde el borde del área pequeña. Golovin gozó de un mano a mano que sacaron entre Dmitrovic y Fernando, para que Ben Yedder probase fortuna dentro del área. Su disparo lo sacó con el pie el meta serbio, quien lleva un entrenamiento y ya tiene estrés postMundial.

Ben Yedder incuso anotaría con la clase atesora en un mano a mano, como si no quisiera marcar o la jugada no fuese con él. El árbitro lo anuló por posición algo adelantada. La escasa presencia de aficionados en la lluviosa noche sevillana ovacionó al delantero. Cómo le echan de menos. Suso, justo antes del descanso, se sacó un latigazo a la base del palo. Fue casi lo único del Sevilla en ataque. Le faltan jugadores en el Mundial, otros tocados y varios fichajes. Sin embargo, la sensación es que Sampaoli no pretende cambiar nada. Su idea es la que pone siempre en práctica. Desde que llegó. Sabedor de los peligros de la misma, como en el 0-1. No le deja peguntarse a su propio equipo si sabe hacer otra cosa sobre la hierba.

Los niños del Sevilla

El Mónaco hizo diez cambios al descanso. El Sevilla, ninguno. No tiene mucho más del primer equipo para que el entrenador juzgue cómo están y qué necesita. Isco o Lamela, por ejemplo, se ausentaron por molestias. Tampoco habría cambiado en exceso la película. En un error terrible de Nianzou en la salida (lo habitual), llegaba el primer gol del Mónaco, obra de Martins a puerta vacía. Sampaoli había estipulado que en el minuto 60 entrasen nueve canteranos. Justo después del 0-1. Pitada a todos los integrantes de la primera plantilla. Sólo quedaban Dmitrovic y Januzaj, ya que el belga había sustituido a Suso minutos antes.

Los jóvenes valores de Nervión lo intentaron sin descanso, con las limitaciones que pueden y deben tener. Provocaron que el público se sintiese cercano a su esfuerzo y a la manera de competir. Y si un chico como el balear Pedro Ortiz se saca un gol desde casi 40 metros por encima del portero… Menudo golazo de un jugador que quiso promocionar en su momento Lopetegui, pero que una grave lesión de rodilla le cortó la progresión. El partido ganó en ritmo y emoción. Había algo a lo que aferrarse. Si los mayores no van. O si su entrenador no sabe cómo sacarles rendimiento. Al menos, que los más jóvenes muestren qué debe ser un jugador del Sevilla. Les sacaron los colores a las estrellas (y estrellados) del primer equipo. El Sevilla sigue en problemas y ningún joven, por bueno que sea, le podrá sacar del agujero. Partido para estar, si cabe, más preocupado que hace un mes ante la Real.

Ficha técnica

Sevilla: Dmitrovic; José Ángel, Fernando, Nianzou, Rekik; Jesús Navas, Rakitic, Jordán; Oliver Torres, Rafa Mir y Suso.

También jugaron: Januzaj, Carlos Álvarez, Nacho Quintana, Kike Salas, Pedro Ortiz, Ryan, Capi, Manu Bueno, Lulo y Hormigo.

Mónaco: Nubel; Aguilar, Maripán, Badiashile, C. Henrique; Akliouche, Jean Lucas, Camara; Golovin, Volland y Ben Yedder.

También jugaron: Lienard; Daland, Sarr, Matazo, Ben Seghir, Lemarechal, Boadu, Batalha Martins y Magassa.

Árbitro: Jorge Figueroa (andaluz). Amarilla Carlos Álvarez (69′).

Goles: 0-1 (59′) Martins. 1-1 (73′) Pedro Ortiz.

Incidencias: Estadio Sánchez-Pizjuán. 9.401 espectadores.