El día después empezarán a entender la dimensión de lo que hicieron. Cuando aterricen en su país, cuando vean las calles rebozadas de aficionados, cuando vean llorar a Argentina de pura felicidad, sabrán que son campeones del mundo.
Los Lioneles, Messi y Scaloni, supieron dirigir el barco dentro y fuera del campo y se metieron en la historia que escribieron sus próceres, los Maradona y demás ídolos, que ahora podrán descansar de andar comparando y empezarán a disfrutar de la dicha enorme de ser una potencia del fútbol mundial.
En el transcurso de esta feliz Copa Mundo de Catar lo escribieron todo a fuerza de esfuerzo, de resiliencia, de amor propio y compromiso con el objetivo que fueron a buscar. Y en eso fue definitiva la figura excluyente del capitán, que, según cifras de SofaScore, estuvo en todo el torneo por encima de los 8 puntos de calificación.
Fue goleador, fue creativo, fue fortaleza y talento en los momentos buenos pero también pura fe en los malos, fue capo, fue líder, fue bravo cuando quiso serlo. Fue el Messi que su país soñó. Del día uno al día de la final.
Este fue el resumen del rendimiento de los 26 campeones mundiales:
Pero junto a él hubo otras revelaciones: Julián Álvarez, Enzo Fernández, Mac Allister y Di María acabaron sobre los 7 puntos de calificación la Copa Mundo, igual que otros con menos protagonismo pero definitivos como paredes o Dybala.
Casi sobre ese promedio estuvieron también hombres como De Paul, Otamendi, Romero y Dibu Martínez, hombres absolutamente definitivos para levantar el trofeo en Doha.
Argentina no tuvo puntos bajos. Todos, en su momento y en cada situación particular, estuvieron a la altura de la misión: darle a Lionel Messi el título mundial que merecía. Los números no mienten,