Argentina rendida a Lionel Messi, la euforia del título mundial en Catar aún muy viva, la locura por el 10… que no contagia a todos los argentinos ni a todos los número 10.
Suena a a herejía pero es un arranque más de honestidad, un ‘sincericidio’ si se quiere, de un tipo al que poco le importa eso de ser políticamente correcto.
Se llama Carlos Tévez y también lució el número 10. Y no, tras la coronación de su ex compañero de selección que hizo enloquecer al país, ni se desgastó en felicitaciones correctas al líder del equipo argentino.
Así lo confesó en charla con Radio Mitre: “Seguí poco el Mundial. Seguí mucho a Francia porque era un equipo que me gustaba”, dijo. ¡La bomba del argentino que prefería a Francia! ¡Madre mía!
Y fue la cuota inicial de la polémica porque después explicó: “No le escribí a Messi porque debe tener el teléfono explotado. Me da mucha alegría que mis hijos griten los goles de él”, dijo, medio desprevenido.
Pero, en su defensa, hay que decir que no fue personal y que, tras su corta y difícil experiencia como técnico de Rosario Central, todo le sabe a poco: “No extraño el mundo Boca, ni el fútbol porque me agotó”, dijo.
Eso sí, no dijo que eso signifique irse del fútbol de manera definitiva: “Tuve la chance de quedarme en Central, pero no me quedé por un tema político. Apenas salí de Rosario Central me llamaron de Independiente. Estoy disfrutando de los momentos. Estoy con la familia en la estancia que tengo. Me gusta disfrutar del cariño de la gente. El ser entrenador fue una buena experiencia, me encanta. La parte de la estrategia fue lo que más me gustó… Hoy no tengo la necesidad de salir a dirigir cualquier cosa. A mí me seducen los proyectos”.
Todo bien, pero el detalle de no felicitar a Messi cayó mal en la afición, que entiende que en el fútbol no todos deben ser amigos, pero un mensaje al campeón del mundo nunca va a sobrar…