Como viene siendo casi una tradición en los meses de enero y febrero, el Real Madrid atraviesa una crisis física que, naturalmente, se traduce en los resultados que obtiene. Este año, Mundial por medio, se planteaba la incógnita de cómo iban a reaccionar los jugadores tras el esfuerzo que supone estar en el escaparate más visitado del fútbol mundial.
Los jugadores dieron lo mejor de sí mismos durante el escaso mes que duró la competición y se emplearon al máximo, porque saben que sus cachés dependerán, en gran medida, de su rendimiento en la competición mundialista. Todos esperábamos que, después de la misma, la tasa de lesiones aumentase espectacularmente. No ha sido así. En el Real Madrid, al menos, las bajas por lesión se mantienen dentro de unos límites razonables. En las últimas cinco temporadas, el número de lesiones en el conjunto blanco en el mes de enero tuvo un pico máximo en el año 2019 con siete lesionados. Desde entonces hasta la actualidad, se ha mantenido en una media que ronda las cinco bajas por distintos problemas físicos. Curiosamente, la misma cifra de lesionados que acumula Ancelotti en lo que va del presente mes de enero.
Una tasa controlada de lesiones
Benzema, Odriozola y Ceballos son los jugadores que más bajas han causado durante la actual temporada: nueve partidos se ha perdido el delantero y siete los otros dos jugadores. El resto de futbolistas blancos que se han lesionado (14) están por debajo de esa cifra. Por tanto, no podemos atribuir a las lesiones el bajón en el rendimiento deportivo que el Real Madrid está teniendo en las últimas semanas. En cuanto al nivel físico de la plantilla, tampoco pensamos que el Mundial haya influido en el tradicional ‘valle’ que, fruto tal vez de la planificación del prestigioso preparador físico blanco, Antonio Pintus, atraviesa siempre el equipo en estas fechas. Sí puntualmente en los dos jugadores más castigados en la cita de Qatar: Tchouaméni, ahora lesionado, y Modric, con síntomas de fatiga.
Pérdida del plus físico y mental que se necesita en la alta competición
Es algo mucho más sutil, los jugadores en su conjunto e individualmente parecen haber perdido la confianza necesaria para la alta competición. El equipo se muestra melindroso y con movimientos empastados que entorpecen mucho la fluidez de su juego. Han perdido ese plus físico y mental que se necesita para conseguir la victoria.
Siempre se ha pensado que la principal labor de un entrenador es mantener alta la motivación de los jugadores. ¿Estará Ancelotti y su equipo técnico en condiciones de devolvérsela a los jugadores del Real Madrid? Porque la sombra de la duda oscurece al Santiago Bernabéu: ¿bajón previsto o fuera de control?
El reparto de minutos y una diferencia importante con el Barcelona
Sí es cierto que, dentro de este análisis físico del Real Madrid, encontramos algunos niveles que podrían explicar el bajón. Uno de ellos es el reparto de esfuerzos en la plantilla. Ahí encontramos que hay 13 jugadores a los que Ancelotti ha exprimido especialmente, futbolistas que han soportado la mayor carga de minutos. Después de ellos, se abre una brecha importante respecto a la participación del resto de los jugadores.
Hay otro detalle que no tiene nada que ver con el Real Madrid, pero sí con su gran rival. El Barcelona sólo ha sufrido una lesión desde el mes de noviembre (Kessié), por las 11 que acumula el conjunto blanco desde entonces. Un dato relevante que, sin duda, tiene que ver con el gran momento de los azulgrana, pletóricos en los físico.