Fede Valverde sueña con ser capitán del Real Madrid. Lo dijo en la mañana del martes en Rabat, en lo que fue toda una declaración de intenciones de que su camino en el club blanco es de largo recorrido. Un compromiso del que nadie duda, empezando por los dirigentes de la entidad madridista que siempre han considerado al uruguayo como parte fundamental del proyecto, en los buenos y malos momentos. Todo aquel que se ha acercado, ha recibido un no por respuesta.
El futbolista multiusos reconoció no estar al 100%. La decepción del Mundial fue un duro golpe del que le está costando recuperarse. En ese ejercicio de carácter tan habitual por parte de Valverde, el uruguayo sabe que solo puede recuperar ese tono que deslumbró a todos con trabajo y esfuerzo. «Uno cuando entra en un campo de fútbol intenta evadirse de los problemas y de hacerlo de una manera positiva. Cuando no te salen las cosas, te genera frustración y rabia, pero ahí está la familia como apoyo. Hay que seguir aprendiendo. No siempre se va a ganar y hay que estar preparado. Cuando uno sale de eso, de los baches, se es más fuerte».
Valverde siempre vuelve. Y lo hace cuando las grandes ocasiones lo requieren. Lo hizo hace un año en la Supercopa marcando un gol al Barcelona y superando un bache que le llevó a pensar en decisiones más radicales. La situación ahora no es la misma. Lo sucedido en Qatar le restó energía, pero como reconoció la solución pasa por el trabajo y el empeño, algo que le sobra al uruguayo.
Ancelotti, confianza total en el uruguayo
El técnico no ha dejado de confiar en él. Necesita a Valverde. Sabe que el acierto volverá en cualquier momento. El reto de los diez goles sigue vigente y tan solo le quedan dos para dar continuidad al proyecto de Ancelotti entrenador, tal y como apostaron al inicio de la temporada. De hecho, el entrenador madridista ha hablado con el uruguayo en un intento de restar tensión y rebajar la presión.
La confianza en Valverde de todos los estamentos del club radica precisamente en el centrocampista y su carácter. «Debo seguir con la actitud previa al Mundial, hablar con esa gente que me ayuda, y seguir el camino para terminar siendo capitán, que es lo que quiero», algo de lo que nadie duda que antes o después llegará porque el proyecto Valverde en el Real Madrid es de muy largo recorrido.